Mercedes 770K, el esplendor de un régimen y la derrota de Hitler

  • Un vehículo del que se produjeron doscientas cinco unidades y de las que hoy apenas quedan cinco.
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El Mercedes 770 popularmente conocido como Grosser Mercedes, fue el coche de un régimen, el coche que exhibía la fuerza, pujanza y esplendor del régimen que asoló Europa y el mundo. Un vehículo del que se produjeron doscientas cinco unidades y de las que hoy apenas quedan cinco unidades capaces de volver a rodar sobre el pavimento. El modelo que usó el terrible dictador, fue adquirido por el ejercito americano al acabar la II Guerra Mundial en 1945 y posteriormente pasó por la mano de varios dueños.

Aunque un 10% del importe que se recaudase se iba a destinar a la fundación del Centro Simon Wiesenthal, una organización judía para la protección de los derechos humanos y, a pesar de que muchas voces del mundo judío habían dado su bendición y deseado que el nuevo propietario utilizase el vehículo como una herramienta más para la educación y memoria histórica de las nuevas generaciones; no se alcanzó el precio de salida de siete millones de dólares, por lo que se suspendió la venta antes de iniciarse.

Uno de los factores que más influyen en el precio que un bien cualquiera alcanza en una subasta proviene del hecho de haber pertenecido a un personaje histórico y famoso. Pero todo su influjo y el embrujo que despertaban en otras épocas, se ha visto derrumbado cuando la pasada semana, en una subasta en Arizona, no hubo pujas que alcanzasen el precio mínimo de salida.

El Mercedes 770K era un coche imponente y ampuloso en la década de los treinta del pasado Siglo XX. Un vehículo cuya longitud alcanzaba los seis metros, y mostraba un frontal amplio de formas redondeadas que le hacían parecer aún de más tamaño del que realmente era; fue el vehículo que usaban las autoridades alemanas del Tercer Reich para mostrarse ante las masas. Así, Hitler, el siniestro personaje de Himmler y Goering; saludaban desde su interior. El modelo descapotable era el preferido por Hitler.

Su poderoso motor de 7.655 centímetros cúbicos, motor de seis cilindros y 150 caballos de potencia; era capaz de mover semejante mole con la agilidad debida, lo que junto a sus líneas elegantes, le hicieron el coche de las máximas autoridades. Así, el emperador Hiro Hito, el Papa Pio XI, incluso Franco tuvo uno. Versiones más modernas lograban desarrollar una potencia adicional de hasta 230 cv a 3.200 r.p.pm. Unos vehículos tan voluminosos y pesados y con motorizaciones tan extremas llegaban a consumos del orden de los 50 litros a los cien kilómetros.

El Mercedes 70 Grosser con matricula IA-148697 fue localizado por un sargento del ejercito americano, en Austria y se confiscó para el uso de los generales americanos durante su estancia en Europa tras la firma del armisticio. Posteriormente se embarcó rumbo a Estados Unidos. Finalmente parece que fue adquirido por un millonario ruso que pago por él una cantidad indeterminada que podría estar entre los cuatro y los diez millones de dólares.

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