El grupo PSA cerró de forma definitiva la compra de Opel, y su marca asociada Vauxhall, en el mes de agosto por 2.200 millones de euros a General Motors. Ha pasado a ser el segundo fabricante europeo con mayor volumen de ventas, solo por detrás de Volkswagen, y domina el 17% del mercado extrapolando los datos del primer semestre de 2017. Sin embargo, esta potente alianza también tiene un lado negativo. El consorcio se podría enfrentar a una multa millonaria por dejar de cumplir con los compromisos anticontaminación de la Unión Europea previstos para 2021.
La compra de Opel ha hecho caer al grupo PSA en la tabla de marcas menos contaminantes, pasando del primer al quinto lugar. Si con Peugeot, Citroën y DS cumplían de sobra las exigencias de la Unión Europea para 2021 en cuanto a gramos de CO2 por kilómetro recorrido, tras la integración de Opel y Vauxhall han dejado de hacerlo, según un reciente análisis de PA consulting.
Carlos Tavares, el CEO de la compañía francesa, es consciente de ello. En una entrevista para Die Welt, ha reconocido que "estamos afrontando el peligro de que Opel no sea capaz de cumplir con los límites de emisiones que entrarán en vigor” en los próximos años. En sus palabras, señala a la anterior dirección de la compañía alemana y critica su política de gastos y su estrategia de negocio.
Hasta la compra de Opel, PSA cumplía las previsiones, con 1,2 gramos de Co2 menos de los marcados para 2021. Sin embargo y tras la integración de la marca alemana, el grupo sobrepasará en 3 gramos el límite exigido. La UE prevé una multa de 95 euros por cada gramo por encima de las exigencias marcadas y por cada vehículo. Suponiendo que venderán en torno a 3 millones de coches (dato de 2016), la multa podría superar los 700 millones de euros si no dan la vuelta a la situación.
Porque si bien PSA tenía definido el camino para cumplir con los objetivos (7 modelos híbridos enchufables y cuatro eléctricos en 2020), especialmente gracias a la electrificación de los modelos de la enseña DS, su plan ha sufrido un frenazo. Opel va con retraso respecto al mercado en cuanto al desarrollo de los coches ‘verdes’. El objetivo de PSA es que el 85% de sus modelos tengan versión eléctrica o híbrida en 2023, pero será demasiado tarde para cumplir con el objetivo de 2021.
Problemas de adaptación
Carlos Tavares ya se mostró en desacuerdo con las limitaciones al diésel, especialmente en Francia e Inglaterra, durante el reciente Salón del Automóvil de Frankfurt, donde aseguró que “ahora se ha impuesto la tecnología eléctrica por parte de los Gobiernos y cualquier otra tecnología que se quiera impulsar esta fuera del mercado”.
La integración de Opel en el grupo PSA no está siendo sencilla. El consorcio presentará a principios de noviembre un plan de actuación para llegar a tener sinergias que le hagan ahorrarse 1.700 millones de euros anuales a partir de 2026 en compras, I+D y fabricación En la citada entrevista al medio alemán, Tavares recalca la necesidad de que Opel sea "mucho más eficiente", ya que sus gastos son un 50% más de los que tenía el grupo PSA pese a que vendía en Europa la mitad de coches.
Como una de las primeras medidas, ya anunció que eliminará hasta 400 puestos de trabajo en la planta de producción que su filial Vauxhall tiene en Ellesmere Port (Reino Unido), en la que además reducirá los volúmenes de producción. En España, la compañía no tiene la intención de reducir plantilla en la fábrica de Opel en Figueruelas, que pasará a fabricar 30.000 coches más el próximo año.
Fiat y VW, las peor posicionadas
Aún así, la compañía francesa no es la que peor nota saca en este examen anticontaminante. Porque solo 4 de los 11 grandes consorcios europeos están a día de hoy dentro de los márgenes y las previsiones futuras para 2021, según los datos de a citada PA Consulting. Son Volvo (-20,4), Toyota (-10,8), Jaguar-Land Rover (-1,1) y Renault-Nissan (-0,7).
Siete de las marcas están fuera de los límites, y por tanto, se enfrentarían a multas millonarias. Daimler (Mercedes) se quedará cerca del objetivo gracias a su apuesta por el coche eléctrico (1.2), pero Ford (3,1), Hyundai-KIA (3,2), Volkswagen (4), BMW (4,4) y Fiat-Chrysler (10,1), en este orden, estarán lejos de cumplir con las exigencias de la UE. La marca que se enfrenta a una mayor multa es la compañía dueña de Seat, más de 1.300 millones de euros, ya que es la que más coches vende de todas ellas en Europa.
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