Las gamas 718 Boxster y 718 Cayman reciben este mes una cuarta versión. Su apellido T viene de Touring, un término que ya aplicó a finales de 2017 al 911 y que se remonta a la variante homónima de dicho modelo de 1968. La fórmula es muy similar para su cupé y su descapotable más compactos. Combina el motor de las variantes más económicas con una dotación especial dirigida a ofrecer una conducción más deportiva.
El propulsor es el de 300 caballos de potencia y 380 Nm de par máximo de cuatro cilindros opuestos y sobrealimentado por turbocompresor. La velocidad máxima no varía frente a los 275 Km/h que alcanzan los Boxster y Cayman básicos. Pero los T, con la caja de cambios de doble embrague PDK -cuesta 3.576 euros-, son dos décimas de segundo más rápidos en la aceleración de 0 a 100 Km/h: tardan apenas 4,7 segundos.
Ingredientes adicionales para aumentar las prestaciones
Las diferencias más importantes de los 718 Boxster T y 718 Cayman T no se hallan a simple vista. El tren de transmisión cuenta con unos soportes dinámicos destinados a mitigar las vibraciones del motor y de la caja de cambios con el fin de que no interfieran en el manejo del vehículo. La toma de curvas se mejora gracias al sistema Porsche Torque Vectoring (PTV), encargado de repartir con mayor eficacia la fuerza motriz que llega a las ruedas al frenar para efectuar un giro a alta velocidad.
El chasis tiene por defecto el sistema Porsche Active Suspension Management (PASM), que rebaja su altura veinte milímetros. El Paquete Sport Chrono con diversos modos de conducción, habitualmente opcional en los 718 Boxster y 718 Cayman, es de serie en los T. Sus configuraciones Sport y Sport Plus extraen la máxima potencia del motor. El segundo, además, permite reducir la marcha en menos tiempo -con cambio manual- y obtener el ajuste más duro de los citados soportes dinámicos y del PASM.
Detalles que los hacen inconfundibles
Los Porsche 718 Boxster T y 718 Cayman T se reconocen al instante por las decoraciones laterales, las llantas de veinte pulgadas en gris titanio, las carcasas de los retrovisores en gris ágata y la doble salida de escape central pintada de negro cromado. Los T pueden encargarse con dos tonalidades exclusivas para la carrocería: el Azul Miami y el Naranja Lava. El resto de la paleta tiene los mismos colores que otras versiones.
En el habitáculo, el nombre de la variante aparece en las esferas negras de la instrumentación y bordado en los reposacabezas de los asientos deportivos, opcionales en los 718 de entrada a la gama. La palanca de cambios, con los números grabados en rojo, es más corta y los tiradores de las puertas se han cambiado por dos tiras de tela del mismo color. Otro extra incluido de serie en los T es el volante deportivo GT de menor tamaño. En cambio, se ha suprimido el sistema multimedia Porsche Communication Management, disponible como opción sin coste.
Porsche lo ha reemplazado por un hueco donde almacenar objetos para ahorrar peso y compensar el del filtro de partículas de gasolina. Así, los 718 T pueden cumplir con la nueva normativa de emisiones. El fabricante alemán afirma que todos estos añadidos suponen un ahorro de entre el 5 y el 10 % para el cliente con respecto a un Boxster o Cayman en el que se pidan como parte del equipamiento opcional. Desde 70.863 euros.
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