Seat y Nissan: mover sus fábricas de Cataluña no es tan fácil como un banco

  • Las dos compañías producen coches en suelo catalán y por el momento no revelan si tienen planes de contingencia para cambiar su sede a otra comunidad.
Sindicatos de Seat lamentan que el SUV no se fabrique en Martorell y piden un plan de viabilidad
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La amenaza de Puigdemont de declarar de forma unilateral la independencia de Cataluña el próximo lunes 9 de octubre ha obtenido la respuesta de empresas y bancos -Sabadell o La Caixa-, que han decidido cambiar la sede para poner a salvo su economía ante cualquier hipótesis. El sector automovilístico también tiene muchos intereses en juego y las dos compañías con más peso en el territorio catalán son Seat y Nissan.

Ambas tienen planta de producción de vehículos en Cataluña, Martorell y la Zona Franca de Barcelona, respectivamente. La de Seat es la más importante y moderna de España, con 14.500 trabajadores y 449.000 coche fabricados en 2016, el 82% de ellos exportados. En el primer semestre de 2017 España fue el principal mercado de la compañía, con 54.100 vehículos vendidos. En cuanto a la planta de Nissan en Barcelona, cerró el año 2016 con 105.000 coches fabricados, la mitad de su capacidad.  Actualmente producen en sus líneas seis modelos entre 3.500 trabajadores.

Las dos compañías tienen su sede social en Cataluña y sí podrían cambiar su domicilio de forma 'express' a otra comunidad, pero no su producción. Seat no tiene ninguna otra planta en territorio nacional, mientras que Nissan cuenta con otras dos (Ávila y Cantabria), pero trasladar todas las infraestructuras, líneas de montaje y demás elementos no sería un proceso sencillo ni rápido. “No es lo mismo mover el dinero de un banco que la producción de coches”, reconocen en la multinacional de Martorell.

Si continúan en Cataluña tras una hipotética independencia se enfrentarían a un problema mayúsculo. Quedarían fuera de la Unión Europea y se dispararía el coste de los coches exportados. Además y según afirman desde la patronal de los concesionarios (Faconauto), todas las marcas que operan en el territorio catalán “perderían su contrato como distribuidor”. Esto supondría que no podrían vender coches y todos “deberían ser importados” de otros territorios.

Planta de Nissan
Planta de Nissan en Barcelona / EFE

Días antes del referéndum ilegal celebrado el pasado domingo 1 de octubre, el presidente de Seat, Luca de Meo, ya mostró cierta tibieza ante el procés. Afirmó que se “adaptarían” a las situaciones de cualquier país como en Reino Unido con el Brexit y calificó a Seat como una “empresa con raíces muy fuertes en Barcelona, en Cataluña y en España”.

No dio más pistas sobre la posición del fabricante respecto al procés y mientras las grandes compañías de Cataluña ya han preparado -e incluso ejecutado- un plan de contingencia por si se proclama la independencia para cambiar la sede a otra comunidad, fuentes de Seat afirman que “no es algo que esté encima de la mesa” ya que por ahora todo son “hipótesis”. Sin embargo, sí admiten que “es algo que al final habrá que ir viendo”. Buscan “estabilidad” política y económica para poder “seguir invirtiendo y generando empleo”. En los próximos días, “seguiremos de cerca cómo evoluciona la situación”, concluyen.

Marco Toro, director general de Nissan Iberia, no da pistas sobre si la compañía tiene un plan de contingencia por si se declara la independencia de Cataluña. Se ha limitado a afirmar que mantienen una “confianza absoluta en las autoridades” que ya “están trabajando para mantener un entorno económico competitivo” para las “inversiones” de la compañía.

En la planta de la Zona Franca se fabrica la furgoneta eléctrica e-NV200 y en el 'III Foro Nissan de la Movilidad', celebrado este jueves en Madrid, Toro aseguró que actualmente “no está previsto traer nuevas producciones de vehículo eléctrico a España”, aunque fuentes de la compañía no asocian esta decisión del grupo al momento político que se vive en Cataluña.

Desde Seat afirman que la huelga del pasado martes, tras el 1-O, "apenas se notó y solo se fabricaron 200 coches menos porque un camión se quedó atascado en las carreteras que estaban cortadas y no pudo entregar las piezas necesarias”. En el caso de Nissan, aseguran que no sufrieron en exceso los paros. La próxima semana será clave para el futuro de las dos compañías.

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