El humor es un arma de doble filo. Es una medicina pero también un veneno. Sirve para reírse de uno mismo o para reírse de los demás. Es también un arma afilada para hacer sátira y analizar la política desde otro punto de visita que conecta con la audiencia.
En EEUU hay un programa que lleva más de 40 años haciendo de la coyuntura política su hilo conductor: el polémico y divertido Saturday Night Live que ha encontrado en el nuevo presidente de EEUU, Donald Trump, un filón para llenar sus sketschs con ácidas críticas. Entre todos los humoristas que se han puesto en la piel de Donald Trump, uno sobresale sobre el resto, se trata de Alec Baldwin, protagonista de la 42 temporada de Saturday Night Live.
Hubo una época en la que el nombre Alec Baldwin estaba asociado con su divorcio de Kim Basinger, encontronazos con paparazzis y un puñado de películas de escaso éxito. Hasta que Donald Trump le ha brindado, quizás, uno de los mejores papeles de su carrera.
El año pasado, la campaña electoral se encontraba en pleno desarrollo y el programa de comedia Saturday Night Live arrancaba su temporada con un nuevo actor invitado para ponerse en la piel anaranjada del candidato republicano.
El 1 de octubre de 2016 se colocaba por primera vez su peluca, el maquillaje, un traje ligeramente grande y sus ya clásicos pucheros. Acompañado por Kate McKinnon en el papel de Hillary arrancaba una serie de parodias memorables en la campaña electoral de EEUU.
Sus extrañas pronunciaciones de palabras como "China" y "huge" ("enorme") le catapultaron como uno los mejores imitadores de Trump. Pero no gustaba a todos. A medida que crecía su fama, la relación entre Baldwin y Trump se tensaba. Cada domingo (día en el que se emite el programa) Trump criticaba el programa, alimentado las críticas contra él.
La tensa relación entre SNL y Trump
“He visto el ataque premeditado de 'Saturday Night Live' contra mí. Es hora de retirar este programa aburrido y sin gracia”. "La actuación de Alec Baldwin apesta. ¡Los medios están amañando las elecciones!", fue una de las primeras críticas que lanzó el presidente, cuando todavía era candidato republicano.Watched Saturday Night Live hit job on me.Time to retire the boring and unfunny show. Alec Baldwin portrayal stinks. Media rigging election!— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 16 de octubre de 2016
"NBC News es malo, pero Saturday Night Live es lo peor de la NBC. No es divertido, el cast es terrible, siempre tratando de atacar . Realmente es mala televisión”, fue otro de los comentarios del presidente a través de las redes. .@NBCNews is bad but Saturday Night Live is the worst of NBC. Not funny, cast is terrible, always a complete hit job. Really bad television!— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 15 de enero de 2017
Si SNL es ya el espacio anti Trump por excelencia, hace una semana llegaba la programa Melissa McCarthy (actriz de Cazafantasmas) para imitar al portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer y ridiculizar su primer encontronazo con la prensa. “Una disculpa de parte de la prensa, para mí”, decía McCarthy, personificada como hombre, mientras mascaba chicle y acosaba a los periodistas golpeándolos con el podio cuando estos querían preguntar algo.
La considerada una de las reinas de la comedia, cambia el cine por la televisión y la falda por el pantalón para meterse en la piel de uno de los colaboradores más controvertido del presidente.
Baldwin no es el primero en imitar a Trump en SNL, un papel por el que durante los años han pasado Phil Hartman o Jason Sudeikis. La versión más famosa, sin embargo, la creó Darrell Hammond.
Pero Baldwin parece haber capturado el surrealismo de Trump, hasta conseguir que un medio dominicano ilustrara una información con su cara en vez de la del presidente.
Otras imitaciones del programa a políticos de EEUU
La de Trump es sólo una imitación de la larga trayectoria de Saturday Night Live con los políticos: Chevy Chase imitaba al presidente Gerald Ford y Dan Aykroyd a Jimmy Carter.
Bill Clinton fue personificado por Darrell Hammond y por Phil Hartman; este último además interpretó a Ronald Reagan, mientras que Dana Carvey era un divertido George W. Bush.
En la política reciente, Fred Armisen fue Obama, Amy Poehler fue Hillary Clinton, personaje que para la última campaña heredó Kate McKinnon y genial Larry David se puso en la piel de Bernie Sanders
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios