
En el sencillo acto, al que ha asistido la Guardia Civil de Calvià, la familia de Diego Salvà, la delegada del Gobierno, Maria Salom, el alcalde del municipio, Alfonso Rodríguez Badal, ha rememorado el dolor que supuso la pérdida de los guardias civiles a través de unos versos del poeta Miguel Hernández: "Un manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible y homicida, un empujón brutal te ha derribado".
Los presentes han guardado un minuto de silencio y, posteriormente, se han ofrecido flores.
Diego Salvá Lezaun y Carlos Sáenz de Tejada fallecieron en 2009 a causa de la explosión de una bomba-lapa adherida a los bajos de un vehículo con distintivo del Instituto Armado frente al Cuartel de la Benemérita en Calvià.
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