Canadá experimenta un aumento de peticiones de asilo a través de EEUU

En una caminata de varias horas a través de la nieve, cientos de personas de origen musulmán han tratado de llegar a Canadá por la frontera de Quebec. El número de solicitantes de asilo que cruzan hacia Canadá en pasos fronterizos aislados y sin vigilancia ha aumentado en las últimas semanas en medio de los temores que suscita Trump entre las comunidades de inmigrantes. Y ante este flujo, la oposición conservadora quiere que el Gobierno de centroizquierda del primer ministro Justin Trudeau detenga las llegadas desde Estados Unidos por el temor a la seguridad y la falta de recursos para lidiar con ellos.

Los número hablan por si solos. El número de personas que formulan solicitudes de asilo en la frontera Quebec-Estados Unidos aumentó en más del doble de 2015 a 2016. Solo en enero, 452 personas presentaron peticiones en Quebec, en comparación con 137 en enero de 2016.

Algunos han intentado cruzar la frontera ilegalmente, pese a las advertencias de que podrían terminar arrestados. En los últimos días se ha disparado el número de migrantes que llega en taxi cerca de la frontera para intentar continuar a pie hacia Canadá a través de la nieve

El alto flujo de migrantes a través de la frontera nevada sobrepasa el trabajo a la policía canadiense porque además las personas llegan afectadas por las horas de caminar en condiciones de frío extremo.

Es por ello, que el ministro para la Seguridad Pública de Canadá, Ralph Goodale, ha anunciado que mantendrá en los próximos días discusiones con altos funcionarios estadounidenses sobre el aumento de peticionarios de asilo que llegan desde América hasta suelo canadiense y el impacto que podría tener sobre el actual sistema de acogida de refugiados en Canadá.

Goodale, supervisor además de la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá, ha declarado que su gobierno ya se ha puesto en contacto con las autoridades estadounidenses para determinar cómo podría afectar este incremento a su actual política de acogida.

"Los estadounidenses deben estar completamente informados de las circunstancias a las que Canadá se enfrenta por motivos internacionales. Pero el más obvio de todos es que este flujo está comenzando en su propio país y tienen que estar completamente al tanto de las consecuencias", ha declarado Goodale a la cadena CBC. "Ahora mismo estamos explicando a Estados Unidos a qué se están enfrentando, y asegurándonos de que entienden lo que está pasando en su lado de la frontera", ha dicho.Ambos países firmaron el acuerdo de Tercer País Seguro en 2004

Entre ambos países existe un acuerdo que obliga a Canadá a devolver a Estados Unidos a los refugiados que soliciten asilo en puestos fronterizos canadienses, por los que algunos intentan entrar al país cruzando la frontera ilegalmente. Se trata del acuerdo de Tercer País Seguro, firmado en 2004 entre Canadá y Estados Unidos, que establece que un solicitante de refugio no puede hacerlo en un país proviniendo del otro, es decir que el refugiado debe tener la posibilidad de solicitar asilo en el primer país donde se asienta.

Ahora bien, el veto musulmán impulsado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que suspende el programa de refugio por 120 días va en contra de ese acuerdo. Es por ello, que organizaciones como Amnistía Internacional y otros grupos están presionando al gobierno canadiense para que abandone el pacto debido a las duras medidas del presidente Donald Trump contra los inmigrantes.

Desde que Justin Trudeu ganó las elecciones, Canadá se ha convertido en un refugio para los refugiados. Durante la campaña, el Partido Liberal canadiense se comprometió, si ganaban, a acoger a 25.000 refugiados sirios, lanzar un programa de patrocinio privado para ellos e invertir 250 millones de dólares en el proceso. Dicho y hecho: desde que Justin Trudeau se hizo con el Gobierno el pasado noviembre hasta este enero de 2017, 40.081 refugiados sirios han pisado suelo canadiense.