Cantinflas sí que sabía reírse del muro entre México y EEUU

Nada mejor que un punto de comedia inteligente, audaz, para valorar la realidad. Y nada mejor que los cómicos para hacerlo, para sacar punta a la actualidad diciendo lo que pocos dicen despertando una sonrisa, a veces de incredulidad. Es lo que logró Cantinflas en el filme 'Por mis pistolas' de 1968 a la hora de hablar del muro.

Cantinflas en unos minutos logra poner el dedo en la llaga en lo que muchas veces es una realidad surrealista. La primera, la idea americana de que los mexicanos son unos analfabetos. "¿Que si se leer? Y pintar al óleo", contesta Cantinflas al guardián de la frontera, que solo cumple órdenes aunque estas sean surrealistas. Cantinflas se toma a sorna las preguntas para entrar en la frontera, que ya existían en su época, como esa en la que se le pregunta a uno si entre sus ideas está derrocar al Gobierno. "¿Y quién nos dará la plata entonces?, dice Cantinflas. ¿Habrá alguien que en ese cuestionario que uno rellena para poder viajar a EEUU haya contestado que sí a las preguntas locas que recoge?.

Como muestra un botón. Estas son algunas de las preguntas que hoy todavía se hacen para entrar en EEUU:¿Planea realizar un ataque terrorista durante su estancia en Estados Unidos?¿Estuvo relacionado con las persecuciones asociadas a la Alemania Nazi o sus aliados?¿Lleva consigo pornografía?¿Podría decirme la fecha de su aniversario de boda?¿Lleva bombas desactivadas o miembros de cuerpo en el equipaje?¿Ha estado en una granja en las últimas seis semanas?¿Cuántas mujeres planea traer?¿Sea en tiempos de paz o guerra, ha estado involucrado o ha sido sospechoso de cometer crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad o genocidio?¿Cuántos sirvientes tienes?¿En qué lado de la cama duerme tu mujer?¿Tiene tuberculosis o lepra infecciosa?Describe tu bigote/barba¿Ha cometido alguna vez un crimen u ofensa por la que no ha sido arrestado?

Cantinflas va más allá y dice eso de "si yo solo vengo a gastarme unos dólares", en una defensa velada de la libertad de comercio, que ahora se pone en duda, y desmitificando que los mexicanos solo sean violadores y ladrones. Lo dicho, con humor, también se pone en evidencia la realidad. Aunque sea entre risas.