EL HAMBRE GOLPEA A 37 PAÍSES PESE A QUE EL MUNDO TIENE ALIMENTOS SUFICIENTES, SEGÚN LA FAO

Un total de 37 países, 29 de ellos en África, requieren ayuda alimentaria externa debido a los efectos persistentes de las sequías en las cosechas por el fenómeno climático de ‘El Niño’ del año pasado y los conflictos crónicos, a pesar de que el planeta tiene "cosechas abundantes", según señaló este jueves la FAO (Organización de las naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura).
En la última edición de su informe ‘Perspectivas de cosechas y situación alimentaria’, la FAO subraya que las condiciones mundiales de suministro de alimentos son favorables, pero su acceso se ha reducido drásticamente en las zonas que sufren conflictos civiles y la sequía afecta a la seguridad alimentaria en amplias franjas de África oriental.
Los 37 países que necesitan actualmente ayuda alimentaria externa son Burkina Faso, Burundi, Camerún, Chad, Congo, Eritrea, Etiopía, Guinea, Kenia, Lesotho, Liberia, Libia, Madagascar, Malawi, Malí, Mauritania, Mozambique, Níger, Nigeria, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Sierra Leona, Somalia, Sudán del Sur, Sudán, Swazilandia, Uganda, Yibuti y Zimbabwe (África); Afganistán, Corea del Norte, Iraq, Myanmar, Pakistán, Siria y Yemen (Asia), y Haití (América).
En Sudán del Sur se ha declarado formalmente una situación de hambruna, mientras que la situación alimentaria es también un motivo de preocupación en el norte de Nigeria, Somalia y Yemen.
“Ésta es una situación sin precedentes. Nunca antes nos habíamos enfrentado a cuatro amenazas de hambruna en varios países simultáneamente", afirmó el director general adjunto de la FAO, Kostas Stamoulis, quien añadió: “Hace falta actuar rápido y proporcionar no sólo ayuda alimentaria, sino también apoyo a los medios de vida para asegurar que estas situaciones no se repitan".
PAÍSES HAMBRIENTOS
En Sudán del Sur, cerca de 100.000 personas se enfrentan a la hambruna en los condados de Leer y Mayendit (parte del antiguo Estado de Unidad), mientras que existe un “riesgo elevado” de condiciones similares en dos condados cercanos.
En total, alrededor de 4,9 millones de personas en todo el país han sido clasificadas como en situación de crisis, emergencia o hambruna. Se prevé que esa cifra aumente a 5,5 millones (casi la mitad de la población del país) en el momento álgido de la temporada de carestía, el próximo mes de julio.
En el norte de Nigeria, alrededor de 8,1 millones de personas se enfrentan a condiciones de inseguridad alimentaria aguda y requieren una respuesta urgente para salvar sus vidas y proteger sus medios de subsistencia, a pesar de la cosecha de cereales por encima de la media en 2016, reflejo de los trastornos causados por el conflicto que afecta al país y de la fuerte depreciación de la moneda local.
En Yemen se calcula que 17 millones de personas padecen inseguridad alimentaria (dos tercios de la población del país) y casi la mitad de ellos necesitan ayuda de emergencia. “El riesgo de una declaración de hambruna en el país es muy alto”, según el informe de la FAO.
En Somalia, el conflicto, la inseguridad civil y la sequía se han unido para hacer que haya más del doble de personas (ahora unos 2,9 millones) con grave inseguridad alimentaria respecto a hace seis meses. La sequía ha mermado el forraje para los pastores y se cree que la tercera temporada consecutiva de lluvias insuficientes ha reducido la producción agrícola en las regiones meridional y central a un 70% por debajo de los niveles medios, agotando así las reservas de alimentos.
El informe de la FAO recalca que los combates y disturbios civiles en Afganistán, Burundi, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Irak, Myanmar y Siria están agravando las condiciones de inseguridad alimentaria de millones de personas, afectando así a los países vecinos que albergan a los refugiados. Además, la sequía en África oriental a finales de 2016 ha aumentado la inseguridad alimentaria en varios países de esa región.

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