HRW alerta de la grave situación humanitaria que sufren los civiles en el este de Alepo

EUROPA PRESS
EUROPA PRESS

Human Rigths Watch ha alertado este lunes sobre la gravedad de la situación humanitaria de los civiles en el este de Alepo, donde miles de personas corren el riesgo cada día de morir a causa de los bombardeos mientras intentan sobrevivir sin apenas agua, alimentos, transporte o asistencia médica.

La batalla por la ciudad de Alepo comenzó el pasado mes de septiembre y ha dejado tras de sí miles de víctimas mortales. En la actualidad, el Ejército sirio se ha hecho ya con el control del 95 por ciento de la ciudad y los rebeldes solo mantienen una zona en el este de la ciudad que no supera los 10 kilómetros cuadrados, según el Centro Ruso para la Reconciliación en Siria.

Se estima que más de 100.000 civiles, entre ellos 40.000 niños, han huido del este de Alepo desde que comenzó la operación militar para arrebatar esta parte de la ciudad a los rebeldes. En las últimas 24 horas han huido otras 13.000 personas a la zona oeste, de acuerdo con la agencia rusa.

No obstante, todavía quedan miles de familias dentro de la zona controlada por los rebeldes. Naciones Unidas lleva semanas denunciando la falta de acceso de la comunidad humanitaria al este de la ciudad, que está completamente bloqueada por las fuerzas el Ejército sirio. Absolutamente nadie puede entrar ni salir.

La mayor parte de los habitantes del este de Alepo se encuentran al borde de la hambruna. De acuerdo con HRW, las agencias humanitarias no han tenido acceso a la zona desde el pasado mes de julio.

"A pesar de que el territorio controlado por la oposición cada vez es más escaso, los testimonios de los residentes reflejan la grave falta de agua, comida y medicinas que hay en la zona", ha denunciado Lama Fakih, directora de HRW en Oriente Próximo. "Habrá consecuencias muy graves si ambos bandos no facilitan de manera inmediata el reparto de ayuda humanitaria, tal y como exigen las normas de la guerra", ha advertido.

SIN SALIDA

El pasado 27 de noviembre, las fuerzas del Gobierno sirio comenzaron a capturar muchos de los barrios del este de Alepo que hasta la fecha habían estado bajo el control de la oposición, provocando el éxodo de miles de personas.

Los continuos bombardeos por parte de las fuerzas rusas han intensificado la gravedad de la situación humanitaria en el área, obligando a más civiles a huir. HRW ha acusado a las fuerzas rusas de cometer crímenes de guerra durante los meses de septiembre y octubre, en los que llevó a cabo una intensa campaña de ataques aéreos, en los que, según ha denunciado la ONG, no tuvo en consideración alguna las posibles víctimas civiles.

La inmensa mayoría de estos civiles han huido a las zonas del oeste de la ciudad, que están controladas por las fuerzas leales al Ejército sirio, que cuenta con el apoyo militar de Rusia. De acuerdo con Naciones Unidas, cientos de civiles han sido retenidos por fuerzas rebeldes al intentar huir del este de la ciudad.

Por otro lado, miles de civiles han sufrido represalias por parte del Ejército sirio al intentar entrar en la zona oeste de Alepo por ser considerados posibles milicianos rebeldes. El Gobierno sirio ha admitido que está sometiendo a controles de seguridad a todos los civiles que llegan desde el este de la ciudad, pero la comunidad humanitaria ha denunciado que muchos hombres están siendo apartados de sus familias y retenidos durante semanas sin motivo.

SITUACIÓN DESESPERADA

"Hoy hemos llorado la muerte de un paciente que ha perdido la vida en nuestro hospital, no pudimos hacer nada por él", ha contado Ahmad Said, enfermera en un hospital en el este de Alepo. "No tenemos tanques de oxígeno, nos estamos quedando sin medicinas. Ya no tenemos UCI. La situación en la que nos encontramos nos da ganas de llorar", ha añadido.

Mohammed Abu Jafar, un doctor forense de la zona, ha explicado a HRW que en las calles hay cadáveres por los suelos. "La gente llega al este de Alepo sin nada, después de caminar durante kilómetros. Llegan aquí y son recibidos con los brazos abiertos por las familias que quedan, que les ofrecen lo poco que tienen", ha explicado.

"No hay agua. El transporte es inexistente, sólo podemos andar. Ya ni tenemos tiempo para contar la cantidad de muertos que llegan al hospital cada día. Supongo que son entre 30 y 50 cada día, estamos completamente saturados. Alepo es una completa tragedia", ha señalado.

Los residentes en el este de la ciudad no tienen agua, ya que las principales cañerías están cortadas o bloqueadas y no pueden salir del área sin arriesgarse la vida. Los habitantes denuncian que los precios cada vez son más desorbitados, ya no hay combustible y la gente está desesperada por tener acceso a alimentos.

"Alepo es bombardeada cada día. Los cuerpos se acumulan en las calles. Quedan muy pocos centros médicos, que intentan hacer lo que pueden con la gente que está traumatizada. La próxima vez que intentéis hablar conmigo puede que no esté en Alepo. Puede que no siga vivo si me quedo aquí", ha dicho Omar Al Arab, un fotógrafo del este de la ciudad.

Jan Egeland, responsable de la ONU para la ayuda humanitaria en Siria, ha denunciado en muchas ocasiones que debido a los altos niveles de violencia, acceder al este de la ciudad para la comunidad humanitaria ha resultado imposible.

Bajo el Derecho Internacional, los beligerantes deben asegurar que los civiles afectados reciban asistencia humanitaria y facilitarles la huida de zonas de conflicto de forma segura. Dejar morir de hambre a la población como estrategia militar está prohibido. "El tiempo se está agotando para los civiles de Alepo", ha concluido Fakih.

Mostrar comentarios