La estrategia antinarco de EEUU critica la baja penalidad del blanqueo en España

  • España registra el 26% del volumen mundial de incautaciones de hachís y es uno de los principales puntos de entrada a Europa de la cocaína.

    Las agencias policiales estadounidenses mantuvieron fuertes relaciones de trabajo con la policía española, lo que provocó importantes incautaciones de cocaína y hachís en 2016.

El informe de estrategia de EEUU contra el narco critica las bajas penas de España contra el blanqueo
El informe de estrategia de EEUU contra el narco critica las bajas penas de España contra el blanqueo

El Departamento de Estado de EEUU ha hecho público este jueves su informe de estrategia internacional para combatir el narcotráfico y su financiación.

A través de ese documento, elaborado con ayuda de la DEA (Drug Enforcement Administration), Washington fija sus prioridades para combatir el tráfico de drogas a escala global, y en el mismo España no sale demasiado bien retratada.

Mediante dos volúmenes, dedicados al control de sustancias y al lavado de capitales respectivamente, el departamento de Estado refleja que España sigue siendo un importante punto de tránsito en Europa para la cocaína originaria de América Latina y para el hachís de Marruecos, especialmente a través del estrecho de Gibraltar.

Pero de la lectura de los capítulos dedicados a la lucha contra el narcotráfico y el flujo de capitales derivados del mismo en España, las autoridades de EEUU ponen el acento en los problemas que -a su juicio- tiene la legislación actual en nuestro país.

España es calificada como un país proactivo en la identificación, evaluación y comprensión de los riesgos del lavado de dinero y se elogia el trabajo que realiza para combatir estos riesgos.

El problema, dicen los estadounidenses es múltiple, ya que España sigue siendo un punto de acceso logístico para los grupos del crimen organizado con base en África, América Latina y la antigua Unión Soviética y es un punto de transbordo para las drogas ilícitas que entran en Europa desde el norte de África y América del Sur.

Mientras que aplauden que, en 2016 se aumentó significativamente el presupuesto del SEPBLAC, que conforma la Unidad de Inteligencia Financiera española, y se continúa implementando medidas fuertes para combatir el lavado de dinero, los expertos estadounidenses detectan varios problemas.

Hay que recordar que España es un punto de transbordo de los flujos ilícitos transfronterizos de drogas. El hachís marroquí y la cocaína latinoamericana entran en el país y se distribuyen y venden en toda Europa, con el resultado obtenido a menudo regresando en España.

Además los pasajeros que viajan desde España a América Latina contrabandean sumas considerables de dinero en efectivo, y "los servicios informales de transferencia de dinero" también facilitan las transferencias de efectivo entre España y América Latina, en particular Colombia.

Los medios más destacados de lavado de dinero en España son la compra y venta de bienes raíces, el uso de redes complejas de empresas, la explotación de MVTS (money or value transfer services) y el uso de correos en efectivo.

Las principales fuentes del producto del delito son el narcotráfico, el crimen organizado, el fraude aduanero, la trata de personas y los productos falsificados. Los ingresos ilícitos continúan invirtiéndose en bienes raíces en las zonas costeras, una vez en auge, en el sur y este del país, pero grupos criminales también colocan dinero en otros sectores, incluidos servicios, comunicaciones, automóviles, obras de arte y el sector financiero.Leyes blandas

En su documento, el Departamento de Estado de EEUU recuerda que España promulgó en 2010 su ley actual sobre Prevención del Lavado de Activos y la Financiación del Terrorismo, que entró en vigor de forma inmediata.

Además, destacan, España es miembro del GAFI-FATF, organismo inter-gubernamental para el desarrollo y promoción de políticas para combatir el blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo. 

Pero si bien España cumple en gran medida las recomendaciones del GAFI , tras abordar algunas deficiencias, no dejan de señalar que desde octubre de 2016, España no ha iniciado el proceso de actualización de su actual legislación nacional sobre prevención del blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo para la transposición y aplicación de la Directiva de la UE 2015/849.

Además, destaca el informe del Departamento de Estado de EEUU, en España no existen controles efectivos para asegurarse que los abogados cumplan con sus obligaciones contra el blanqueo de dinero, y a este respecto denuncian que nuestro país no ha actualizado su código penal para ampliar el plazo máximo de inhabilitación para profesionales.

Sobre este particular, recogen que en España se han enjuiciado varios casos de lavado de dinero, incluidos algunos relacionados con el blanqueo de capitales de terceros, y la administración de Justicia ha tenido éxito al desmantelar varias empresas criminales y grupos delictivos organizados, identificando y cerrando sus complejas redes de lavado de dinero de empresas nacionales e internacionales.

Sin embargo, y aquí llega la principal crítica de las autoridades estadounidenses, la debilidad de la justicia en España es -a su juicio- el nivel relativamente bajo de las sanciones impuestas por delitos de blanqueo de dinero, al igual que la capacidad limitada del sistema judicial "para manejar casos complejos de lavado de dinero de manera oportuna".

Para ilustrar su crítica se exponen las siguientes estadísticas relativas a los enjuiciamientos relacionados con el blanqueo de dinero y las condenas:

Casos cerrados: 64 (2014);76 (2015);

Personas procesadas:275 (2014);277 (2015);

Casos que resultaron en condenas: 45 (2014):53 (2015);

Personas condenadas:186 (2014);180 (2015);

Personas condenadas con cargos en el sistema judicial: 1 (2015).Una ruta bañada en coca

En el Volumen I (Drug and Chemical Control) del informe se explica que la cocaína llega a España en grandes envíos en contenedores de América Latina y en envíos de menor volumen a través de embarcaciones de recreo, veleros y dentro de dispositivos parásitos conectados a buques de carga.

Sí reconoce la Administración estadounidense que, aunque los aviones pequeños todavía se utilizan para contrabandear el hachís, las acciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad han reducido radicalmente la frecuencia de este transporte.

Los esfuerzos de aplicación de la ley en España, señalan, continuaron siendo efectivos, combinando un control fronterizo fuerte y el constante control costero, el uso de sofisticada tecnología geoespacial, la acción de las as Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y la cooperación internacional.

Elevado consumo de droga

También recuerda el informe, citando datos de Naciones Unidas (World Drug Report 2016) que entre los ciudadanos españoles, el consumo de drogas en general y las tasas de uso del cannabis y la cocaína en particular, siguen siendo uno de los más altos de Europa.

España registra el 26% del volumen mundial de incautaciones de hachís y es uno de los principales puntos de entrada a Europa de la cocaína.

Admite el informe del Departamento de Estado de EEUU que la producción nacional de drogas se ha reducido hasta cantidades insignificantes, excepto para el cultivo localizado de cannabis. Sí se detecta la existencia de un pequeño número de laboratorios involucrados en el corte, mezcla y reconstitución de cocaína y heroína.

Las organizaciones criminales transnacionales envían con mayor frecuencia cocaína cruda mezclada dentro de la carga para evitar su detección. En 2015, el año más reciente del que se dispone de datos, las incautaciones de cocaína se mantuvieron constantes con 21,58 toneladas métricas incautadas.

Por el contrario, señala el documento, sí hubo un ligero aumento de las incautaciones de heroína, al pasar de los 244 kilogramos aprehendidos en 2014 hasta los 256 kg que se incautaron en 2015. Las incautaciones de hachís se mantuvieron constantes en 2015 (un total de 380,36 tm) mientras que las de MDMA (éxtasis) disminuyeron significativamente, pasando de 554.867 dosis en 2014 a 120.579 en 2015.

Las agencias policiales estadounidenses mantuvieron fuertes relaciones de trabajo con la policía española, lo que provocó importantes incautaciones de cocaína y hachís en 2016.

Por ejemplo, entre abril y septiembre, las autoridades españolas incautaron 950 kilogramos de cocaína y más de 10 millones de euros en efectivo destinados a un proveedor de cocaína en Sudamérica, en una operación conjunta con la Administración de Control de Drogas y la Agencia de Inmigración y Aduanas estadounidense.

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