Barack Obama vuelve a ser casi un hombre normal. Ahora que ha dejado de asumir las responsabilidades presidenciales, Barack Obama y su mujer, Michelle, se han tomado unas vacaciones alejados de Washingthon y ajenos a los cambios políticos impulsados por su sucesor, Donald Trump.
El matrimonio se ha reunido con un buen amigo, el magnate del imperio Virgin, Richard Branson, con el objetivo de descansar y divertirse. En diversas imágenes aparecen completamente relajados durante su estancia en las Islas Vírgenes Británicas.
Tras liberarse de las ataduras de la Presidencia de EEUU, el expresidente ha vuelto a practicar uno de sus deportes favoritos, el surf, después de que durante ocho años se lo hubiera prohibido los servicios secretos.
El expresidente Obama se ha dejado fotografiar con un look al que nos tiene muy poco acostumbrados: camiseta, pantalones cortos, chanclas, gafas de sol y gorra.
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