Secuestros y torturas...así viven en las áreas sirias bajo control de los grupos rebeldes

  • La ONG AI publica un informe en el que denuncia que algunos rebeldes han creado sus propios sistemas de justicia y han creado centros de detención y fuerzas de seguridad en sus dominios.

    El informe examina las atrocidades sistemáticas de varios grupos rebeldes como Frente al Nusra, la División 16 o el Movimiento Islámico Ahrar al Sham.

Secuestros, torturas y asesinatos...así se vive en las áreas sirias bajo control de los grupos rebeldes
Secuestros, torturas y asesinatos...así se vive en las áreas sirias bajo control de los grupos rebeldes

Secuestros, torturas, abusos...la vida bajo el yugo de los grupos rebeldes que operan en Alepo, Idlib y otras zonas cercanas del norte de Siria es un infierno para quienes deciden rebelarse o no cumplir a rajatabla con las exigencias de los grupos armados.

El informe de Amnistía Internacional, La tortura fue mi castigo: secuestros, torturas y ejecuciones sumarias bajo el régimen de los grupos armados en Alepo e Idlib (puede acceder aquí al informerecoge testimonios de varias víctimas, en su mayoría civiles perseguidos sin más motivo que la disidencia al nuevo orden, surgido como alternativa al régimen de Bashar al Assad.

En concreto, el informe examina las atrocidades sistemáticas de varios grupos rebeldes no sólo en organizaciones terroristas como el Frente al Nusra sino también en facciones aliadas de países como Estados Unidos o Arabia Saudí. En el caso de Alepo analizan el Movimiento Nour al Dine Zinki, el Frente al Shamia y la División 16, todos ellos englobados bajo la coalición Conquista de Alepo en el año 2015. En el caso de Idlib han analizado los abusos cometidos por el Frente al Nusra y el Movimiento Islámico Ahrar al Sham, unidos a su vez en el Ejército de la Conquista.

Estos son algunos de los testimonios recogidos en el informe de Amnistía Internacional:-Tortura para confesar testimonios

Ibrahim, activista político, y Halim, trabajador humanitario, han podido contar a la ONG cómo fueron sometidos a todo tipo de abusos y técnicas de tortura.

Ibrahim, un activista político que no ofreció su nombre real y que fue raptado por la filial de Al Qaeda en abril del año pasado en Alepo, fue torturado durante los tres días que estuvo secuestrado. Fue capturado por el Frente al Nusra por organizar protestas pacíficas en apoyo al levantamiento popular de 2011, que dio origen al conflicto actual en Siria. “Me llevaron a la sala de torturas, me pusieron en la postura ‘shabeh’, colgado del techo por las muñecas, de tal forma que la punta de mis pies no tocara el suelo”, rememoró.

Ibrahim fue azotado con cables por sus torturadores y, después, fue colocado dentro de un neumático y golpeado de nuevo con palos de madera, hasta que los secuestradores lo liberaron y lo abandonaron en una carretera.

En el caso de Halim, llegó a firmar una confesión porque "no podía soportar el dolor" que le infligían sus captores.-Secuestros a menores

Amnistía Internacional ha documentado también el secuestro de al menos tres niños de 14, 15 y 16 años por parte del Frente al Nusra y del Movimiento Islámico Ahrar al Sham entre 2012 y 2015. Dos de ellos seguían en paradero desconocido este mes de junio, lo que da cuenta de una situación de inseguridad que aún persiste.-Ejecuciones

Los grupos armados también llevan a cabo ejecuciones sumarias en base a unas sentencias dictadas por los tribunales que ellos mismos han creado y que, bajo una estricta visión de la 'sharia' o ley islámica, pueden llegar a castigar con la muerte conductas como la homosexualidad o el adulterio. También se han dado casos de ejecuciones de miembros de las fuerzas del Gobierno y de milicias afines.

Otro de los testimonios que recoge la ONG es el de Imaid, un testigo del ataque a una radio de Frente Al Nusra. "Llegaron sobre las siete de la mañana, en sus coches con el logo del grupo terrorista estampado en la puerta. Confiscaron y destruyeron gran parte del material radiofónico y empezaron a gritar que estábamos escuchando música inapropiada. Secuestraron a dos compañeros y nos les liberaron hasta que reconocieron que escuchaban música inapropiada". 

Lina, una activista política, explica a AI que el Movimiento Islámico Ahrar al Sham la detuvo cerca de la frontera con Turquía. "Me detuvieron por no llevar el velo. Me encerraron durante un noche en una sala de interrogatorio, completamente sola. Eran muy agresivos y me despertaban por la noche. Me obligaron a arrodillarme y confesar mis pecados", cuenta. 

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