Trump impulsa el mayor crecimiento de la Marina de EEUU desde la Guerra Fría

  • El objetivo de esta 'megaflota' de guerra es hacer frente a las amenazas de un resurgimiento de Rusia y la creciente potencia de China.
Un E-2C Hawkeye se prepara para el despegue desde el USS Carl Vinson (CVN 70) el 5 de enero de 2017
Un E-2C Hawkeye se prepara para el despegue desde el USS Carl Vinson (CVN 70) el 5 de enero de 2017
U.S. Navy photo by Mass Communication Specialist 2nd Class Sean M. Castellano

La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca impulsará la construcción de la mayor flota militar desde el final de la Guerra Fría.

Siguiendo las recomendaciones del presidente electo, la Armada de EEUU ha propuesto la consecución de una flota de 355 buques. Actualmente cuenta con 274 buques de combate desplegables, muy por debajo de su anterior objetivo de 308 buques.

De esta forma se propone sumar a la fuerza naval proyectada otros 47 barcos, entre los que se incluiría un portaaviones construido en Virginia, 16 grandes buques de guerra de superficie construidos en Maine y Mississippi y 18 submarinos de ataque construidos en Connecticut, Rhode Island y Virginia. También exige más buques de asalto anfibios, muelles de transporte expedicionario y barcos de apoyo.

El objetivo de esta megaflota de guerra es hacer frente a las amenazas de un resurgimiento de Rusia y la creciente potencia China.

La propuesta de 355 buques de la Marina es aún más ambiciosa que el plan anunciado por Trump durante su campaña electoral, lo que ha despertado el entusiasmo de los astilleros que llevan años luchando contra los límites presupuestarios.

El aumento de la construcción naval para cumplir con la meta de 355 buques de la Marina podría requerir la inversión de entre 5.000 y 5.500 millones de dólares anuales en un plan a 30 años, según una estimación realizada por el analista naval Ronald O'Rourke, citada por Associated Press (AP).

Muchos analistas de defensa coinciden en que las capacidades militares  de EEUU se han degradado en los últimos años, especialmente en lo que afecta a buques de guerra, aviones y carros de combate, según recoge AP.

El plan de incrementar la fuerza naval estadounidense se hizo notar en la Bolsa desde la victoria de Trump en las elecciones, fecha que marca el inicio de subida de los precios de las acciones de General Dynamics (dueña de Bath Iron Works, Electric Boat y NASSCO) y Huntington Ingalls, propietaria de los mayores astilleros en Virginia y Mississippi.

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