Los médicos se quedaron atónitos. Recibieron a un paciente que se quejaba de ataques de tos y había tosido sangre. Los médicos descubrieron que tenía un capuchón de bolígrafo parcialmente disuelto en el pulmón.
Después de ir al hospital, los médicos le mostraron el tapón, y ahí recordó haber inhalado el objeto puntiagudo en los años noventa. Más o menos con seis o siete años asegura.
Desde entonces el hombre sufrió ataques de tos a lo largo de su infancia y también ya pasados los veinte. Él mismo aseguró a los médicos que le han tratado recientemente en un hospital de China diagnosticaron que tenía tos crónica y malestar en el pecho.
"Siempre había tosido y tenía infecciones pulmonares, pero esta fue la primera vez que me metí en un hospital porque comencé a toser sangre", ha reconocido el propio afectado. Para extraerlo, a Wang, apellido del enfermo, se le realizó una endoscopia. Tras sacarle el objetivo semi-disuelto, los síntomas de la tos crónica han sido aliviados y tal y como informa The Sun saldrá del hospital en unos días.
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