A cero grados bajo la nieve… y en bicicleta

Lejos de amedrentarse, los daneses salen a la calle en bicicleta. Los atrevidos no son minoría. Madres y padres arrastran a sus hijos en carritos de dos ruedas cubiertos del frío para la ocasión, abuelas suben y bajan de sus bicis con la agilidad de un atleta y los jóvenes arrastran sus dos ruedas cuando el grosor de la nieve les impide desplazarse sobre ellas. La fuerte ventisca no les frena. Algunos incluso entonan cantos mañaneros.

La alegría habitual de los habitantes de esta armoniosa ciudad se ha vestido de un manto blanco para acoger a la retahíla de jefes de Estado y de Gobierno que siguen desembarcando en el Bella Center. Mañana se espera la llegada del presidente estadounidense Barak Obama, y el presidente español debería hacer su aparición esta tarde, en una jornada que promete ser inédita por la afluencia de jefes de Estado y de Gobierno.

Desde la cumbre de la Tierra de Río de Janeiro en 1992, donde los países ricos decidieron poner coto a sus emisiones de gases de efecto invernadero por primera vez en la historia de la industrialización, nunca se había congregado tal masa de altos dirigentes políticos. Por eso es histórica. Pero los daneses siguen recorriendo tranquilos las calles sobre sus bicis, ajenos al teatro del clima del Bella Center.