El abogado que tumbó el plan de Boris Johnson lleva ahora chaleco antibalas

  • El impulsor del grupo de letrados que llevó a los tribunales la suspensión de la Cámara de los Comunes vive bajo amenazas de muerte.
Jolyon Maugham
Jolyon Maugham
Twitter / @JolyonMaugham

Si el Parlamento británico derrotó a Boris Johnson a principios de mes legislando, hay un hombre responsable directo de la derrota judicial del primer ministro esta semana: Jolyon Maugham QC, el impulsor del grupo de abogados que llevó a los tribunales la suspensión de la Cámara de los Comunes y que esta semana ha visto cómo el Tribunal Supremo sentenciaba en contra de Boris Johnson. Sin embargo, el precio por liderar esta enorme batalla judicial es demasiado alto, ya que ahora Maugham vive amenazado de muerte... hasta el punto que la Policía le ha aconsejado que se compre un chaleco antibalas.

Y es que Maugham ha revelado que la Policía Local estaba tan preocupada por las recientes amenazas contra su vida que le ha aconsejado que compre el chaleco, mientras que un experto en lucha contra el terrorismo ha recibido la orden de instalar un botón de pánico en la casa de Maugham, donde también se ha instalado en el exterior un equipo de seguridad de última generación. De hecho, también le han aconsejado que contrate a un guardaespaldas, tal y como narra 'The Guardian'.

Al igual que sucede en España con los políticos y jueces amenazados por terrorismo la Policía británica hará rondas con cierta asiduidad por la casa de Maugham para asegurarse de que la familia esté a salvo. Dale Vince, otro abogado que ha litigado en la causa del Parlamento junto a Maugham y propietario de la millonaria compañía de electricidad Ecotricity, ha iniciado a través de la firma de abogados Schillings una investigación para monitorizar Internet y la web oscura en busca de amenazas específicas contra Maugham.

"He comprado un chaleco y también contrataré seguridad personal. Estoy realmente preocupado. Estaba un poco avergonzado, teniendo este nivel de atención de una fuerza policial que, como todas las demás, tiene un límite de gasto. Pero el detective ha insistido en que es [una medida] proporcional y necesaria: me dijo que hay muchas amenazas de extrema derecha que actúan como lobos solitarios. Necesito estar protegido", explica Maughan, que señala que las amenazas comenzaron esta misma semana, tras el fallo del Tribunal Supremo contra Boris Johnson. Como sucedió en su día con Pablo Iglesias, su dirección personal ha llegado a publicarse en Internet.

"Espero que las cosas se pongan muy feas cuando comience el próximo caso judicial [en Escocia, para que los jueces pidan una extensión a Bruselas en nombre de Boris Johnson si este se niega a acatar la ley que le obliga a prorrogar el Brexit] y estoy pensando en abandonar el país temporalmente si la Policía y yo juzgamos que la atmósfera pueda empeorar", añade Maughan.

El plan de Johnson, a pique

Tras el último varapalo judicial, la permanencia de Boris Johnson en Downing Street no está para nada asegurada. Ni siquiera por parte del Partido Conservador, cada vez más fraccionado en torno a su plan para el Brexit. Y aunque el primer ministro ha descartado en todo momento dimitir por la sentencia del Supremo, una de las posibilidades que se barajan en las próximas semanas es la de que los 'tories' impulsen una moción de confianza similar a la que tuvo que enfrentarse Theresa May en diciembre de 2018 por el acuerdo de retirada firmado con la UE un mes antes, que no convenció a una parte del partido.

Algo que no es descabellado teniendo en cuenta que Boris Johnson ya ha amenazado con no acatar la ley aprobada por el Parlamento británico que le obliga a una de las tres siguientes acciones: que los parlamentarios aprueben el acuerdo de retirada (el que ya fuera sellado por Theresa May), que los parlamentarios aprueben una moción acordando un Brexit sin acuerdo o escribir a la UE solicitando una extensión del artículo 50 más allá del 31 de octubre. Lo que en la práctica conduciría indefectiblemente a una tercera prórroga del Brexit. A diferencia de la enmienda que ya aprobaron (en dos ocasiones) los 'comunes' entre enero y marzo, esta no sería meramente consultiva, sino de obligado cumplimiento por parte de Johnson. Una buena parte de los diputados 'tories' apoyaron la aprobación de esta ley.

Pero si Boris Johnson no dimite o no se ve sometido a una moción de confianza de su propio partido, otra opción que está sobre la mesa es la de la moción de censura. Como líder de la oposición, solo Jeremy Corbyn puede impulsarla. El problema es que, por ahora, el Partido Laborista no tiene los números para sacar adelante una moción de censura. Por eso Corbyn ni siquiera quiso mencionar el martes esta posibilidad durante el discurso que ofreció en tono de precampaña. Para los laboristas, unas elecciones después del 31 de octubre son otra buena opción. El problema es que con Boris Johnson en Downing Street no está asegurado que el Brexit vaya a prorrogarse.

Mostrar comentarios