"Julian Assange no está en situación de que se violen sus derechos humanos. El sistema legal sueco cumple todos los estándares del derecho internacional". Así de contundente se ha mostrado un portavoz autorizado de Amnistía Internacional de España en conversación con lainformacion.com.
Asegura que "en principio la extradición [del fundador de Wikileaks a Suecia] no debería ser ningún problema" (más detalles en el comunicado oficial sobre la postura de Amnistía Internacional en el caso Assange, que sigue con atención y "preocupación").
En cualquier caso, Amnistía Internacional considera que los supuestos delitos sexuales que podría haber cometido Julian Assange en Suecia "deben ser investigados". "Esas supuestas víctimas tienen derecho a la justicia y a la reparación", ha dicho el portavoz de la organización a este periódico.
Amnistía Internacional subraya que ni apoya ni deja de apoyar a Assange, sino que considera que Suecia ofrece todas las garantías legales para que se respeten sus derechos. Por lo tanto, los temores del fundador de Wikileaks de ser tratado injustamente en Suecia no tendrían sustento.
EEUU sí sería otro cantar
Sin embargo, Amnistía Internacional admite que en caso de ser finalmente extraditado desde allí a EEUU –como teme la defensa de Assange- el ex pirata informático sí podría enfrentarse a un trato y un juicio injusto, visto "el trato recibido por Bradley Manning", el supuesto chivato que pasó a Wikileaks la información para publicar documentos clasificados.
A la organización internacional de derechos humanos le consta el "rumor" de que EEUU habría emitido una "acusación criminal secreta" con una orden de búsqueda y captura. Actualmente, investiga si esto es cierto.
Mientras tanto, Amnistía no considera que Julian Assange "sea un individuo en especial riesgo" de que no se respeten sus derechos humanos, principal motivo para la concesión de asilo político por un país.
Ecuador ha concedido hoy el asilo político a Julian Assange, que se encuentra desde mediados de junio refugiado en la embajada ecuatoriana de Londres para tratar de evitar la extradición a Suecia que dictó el Tribunal Supremo británico. Allí se le requiere por una presunta violación y otros delitos sexuales contra dos mujeres.
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