Separados por la pandemia

Un anciano le dedica un concierto en la calle a su mujer al no poder ir a visitarla

Su esposa llevaba ingresada diez días en el hospital y era la primera vez que estaban separados. Así que Stefano Bozzoni decidió tocarle el acordeón para animarla.

Stefano
Un anciano le dedica un concierto en la calle a su mujer al no poder ir a visitarla.
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El pasado domingo Stefano Bozzini se sentó delante del hospital italiano donde estaba su mujer para tocarle una serenata con su acordeón. La pandemia no permitía que en el hospital donde estaba ingresada Carla, su mujer, durante 10 días, fueran familiares a visitarla. Así que el anciano octogenario se las ingenió para tocar la canción favorita de su esposa a los pies de su ventana,  desde donde ella le observaba junto con pacientes y personal sanitario. El pequeño concierto tuvo lugar por la mañana en el hospital de Castel San Giovanni, en Emilia-Romaña, y su mujer estaba visiblemente emocionada mandándole besos desde la distancia.

Bozzini llevaba casado con Carla Sacchi casi cincuenta años y no se imaginaba estar lejos de ella. Era la primera vez que se separaban.“Para nosotros ha sido el primer momento en que estábamos separados en 47 años y se me cayó el mundo encima. Hubiera hecho cualquier cosa para verla”, ha contado anciano a la radio pública italiana. "Decidí ponerme el sombrero y coger el acordeón”. Bozzini se colocó su sombrero tirolés, propio del uniforme de los Alpinos, la especialidad militar de infantería de montaña del Ejército italiano en la que estuvo durante años. 

 La primera canción que tocó fue Spanish Eyes, de Engelbert Humperdinck, la favorita de su esposa. La solía tocar todo el día en casa y también los jueves en una residencia de ancianos, donde solían dar pequeños conciertos para animar a los más mayores. Stefano sólo se apartó de la música una vez, cuando uno de sus hijos, Marco, murió. Pero después de un tiempo sus otros dos hijos le animaron a tocar. Y ahora toca el acordeón recordando a su hijo, porque “la música llega a cualquier parte”.

Bozzini ha denunciado la soledad que sienten los más mayores en estos tiempos de pandemia, privados de la compañía de los allegados. Una soledad que sintió especialmente durante los diez días que estuvo separado de su mujer. La ingresaron a sus 74 años para realizarle pruebas por un posible cáncer. En este hospital no se tratan enfermos de coronavirus, pero no se permiten visitas para que no se produzcan posibles contagios. Ahora ya se encuentran ambos en casa, después de que Sacchi haya recibido el alta, y, según dicen, están listos para celebrarlo con más música y un buen plato de pasta.

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