Siete años de escándalos por el caso BPA

Andorra concentra su banca y apuesta por el deporte para recuperar prestigio

El sector bancario andorrano queda en manos de tres grandes entidades tras la salida de Sabadell y el fin de BPA. El Principado busca borrar su fama de paraíso fiscal mediante el patrocinio de clubes deportivos. 

FC Andorra Morabanc Gerard Piqué
Andorra concentra su banca y apuesta por el deporte para recuperar prestigio
FC Andorra / MoraBanc

El Principado de Andorra pone fin a siete años muy complejos para su sector bancario después de que el departamento del Tesoro de los Estados Unidos insinuara en 2015 que la Banca Privada de Andorra (BPA) favorecía el blanqueo de capitales, una operación que acabó con la disolución del banco y que tiene como derivada una querella contra Mariano Rajoy por presiones al gobierno andorrano para que liquidase el banco. Esta operación ha mantenido en jaque a la banca del pequeño país durante años, ya que su peso en la economía equivale al 15% del PIB de un territorio que no consigue quitarse la etiqueta de "paraíso fiscal", pese a los esfuerzos realizados por su gobierno en materia de transparencia financiera. Andorra consiguió salir de la lista gris fiscal europea y ser catalogado como "plenamente cooperante" por la UE en 2017, aceptó su entrada en SEPA en 2019 e implementó mecanismos para compartir información con terceros países. 

Sin embargo, una fiscalidad estándar fijada en el 10% para los impuestos sobre sociedades, IRPF y no residentes, o un impuesto general con un tipo del 4,5% mantienen las sospechas sobre un estado que ha puesto en marcha una operación de lavado de cara aprovechando el dinamismo de su sector turístico, vinculado al esquí y los éxitos de sus clubes deportivos: el Bàsquet Club Andorra ha jugado los últimos años en la liga ACB de baloncesto y el FC Andorra, comprado por el futbolista Gerard Piqué, acaba de ascender a segunda. A eso suma un plan turístico vinculado a la marca nacional con el fin de mantener la atracción de capitales y los miles de turistas que apuestan por disfrutar de su naturaleza y la amplia oferta de compras. 

La Banca Privada de Andorra (BPA), que llegó a ser uno de los mayores bancos del país, contaba con un volumen superior a 1.900 millones de euros cuando la administración estadounidense emitió una notificación que le acusaba de blanquear dinero, lo que generó su aislamiento del resto del sistema bancario. La Autoridad Financiera Andorrana, vista la complicada situación operativa de la entidad, decidió intervenirla y disolverla, que se saldó con la creación de un "banco bueno" denominado Vall Banc. Acogió los activos y pasivos legítimos de BPA, continuó con la operativa del negocio y fue vendido por 29 millones de euros al fondo de inversión estadounidense J.C. Flowers &Co, aunque su historia ha llegado a su fin este verano. 

La primera institución financiera del principado, Crèdit Andorrà, anunció la compra de Vall Banc en septiembre de 2021. Formalizada a principios de julio de este año, convierte al Crèdit en el líder del mercado andorrano con un volumen de negocio de unos 24.000 millones de euros, además de posicionarse de forma destacada en la banca privada. Esta no ha sido la única operación de concentración bancaria de un año convulso en el sector. A finales de 2021, el Banco Sabadell anunció la venta del 51% de las acciones de su filial en Andorra (BancSabadell d’Andorra) a cambio de 67 millones de euros. Su negocio se lo ha quedado Mora Banc, entidad fundada en 1952 por la familia Mora y cuya cuota de mercado en Andorra rondaba el 20%. 

Hace dos décadas intentó fusionarse con el tercer gran banco del país, AndBank, cuya operativa está especialmente dedicada a la banca privada y que en 2001 surgió como fusión de otras dos entidades. Pese a ser el más pequeño, si de algo presume Morabanc es de solvencia: con una ratio superior al 20%, este recurso le permite gestionar más de 10.500 millones de euros en recursos de clientes y 1.600 millones de inversión crediticia. Su apuesta por crecer tiene mucho que ver con la llegada a la dirección de Juan María Nin, exdirectivo de La Caixa, quien ha visto en los éxitos deportivos del país un filón para aumentar su clientela y la reputación de su marca.

La reestructuración bancaria en Andorra se ha saldado con tres grandes bancos: AndBank, MoraBanc y Crèdit Andorrà

De esta forma, y tras el ascenso del Bàsquet Andorra a la liga ACB en 2014, fue Mora Banc quien, a cambio de patrocinar el nombre del club, abonó los 5,2 millones exigidos por la ACB para competir. Pese a que este año no ha conseguido mantener la categoría y jugará en la liga LEB Oro, el banco ha renovado su acuerdo por un importe similar, lo que permitirá a los andorranos afrontar la temporada con uno de los mayores presupuestos de la categoría, de unos 3 millones de euros. 

El segundo gran movimiento en términos de imagen y reputación tuvo lugar con la entrada de Kosmos, la empresa de Gerard Piqué, en el Fútbol Club Andorra. Mediante distintas aportaciones económicas y ascensos conseguidos en los despachos tras acuerdos poco éticos con el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, el futbolista del FC Barcelona ha conseguido ascender al equipo hasta la segunda división del balompié español (LaLiga Smartbank). El Grupo Cierco, dueño de la antigua Banca Privada de Andorra e implicado en el escándalo del blanqueo de capitales también forma parte del accionariado del club. MoraBanc, que en 2019 apoyó la entrada de los nuevos accionistas con la firma de un patrocinio hasta 2030, ha renovado su apuesta este mismo año tras conseguir el ascenso. El objetivo de ambas partes es llevar el equipo a las competiciones europeas.

Morabanc también patrocina a varios equipos del deporte base andorrano, la estación de esquí de Ordino-Arcalís, a las federaciones de montañismo y esquí o la Copa del mundo de esquí de montaña Font Blanca, todos ellos deportes y competiciones en los que el Principado cosecha notables éxitos. Aunque la competencia no tiene una apuesta tan decidida por el deporte, también Crèdit Andorrà mantiene un acuerdo para apoyar el programa olímpico de Andorra. La banca andorrana mueve ficha e invierte en deporte por su proyección internacional, ya que, en términos de reputación, vale más lavarse la cara que tener que defenderse de lavar dinero. 

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