Año Nuevo Chino: alerta global ante una pandemia del misterioso coronavirus

El gran problema del coronavirus originado en China y que ya ha provocado 25 muertes es que sus síntomas iniciales son tan parecidos a los de una gripe que resulta prácticamente imposible detectarlo hasta que ya es demasiado tarde para prevenir su contagio. Por eso, se han notificado casos en Hong Kong, Macao, Taiwán, Estados Unidos, Japón y Corea del Sur y se estima que unas 6.000 personas han estado en contacto directo con pacientes infectados, que ya son más de 800. Peor aún: el Año Nuevo Chino (que se celebra desde este viernes) ha disparado las alertas a nivel global ante el riesgo de una eventual pandemia causada por los viajes turísticos a China, los viajes internos en el país y las salidas vacacionales de ciudadanos a otras partes del planeta.

Por el momento, no hay casos confirmados en Europa, si bien hay cuatro ciudadanos en Escocia que han vuelto de Wuhan en las últimas dos semanas y que están siendo examinados por las autoridades sanitarias británicas. En este sentido, Reino Unido considera que podría haber más casos en las islas a la espera de ser confirmados, especialmente si tenemos en cuenta el esperable aumento de desplazamientos a China con motivo del Año Nuevo.

La situación es tan preocupante que la OMS incluso ha considerado declarar el estado de emergencia sanitaria mundial (aunque, por el momento, lo ha descartado) y las autoridades chinas han cerrado a cal y canto Wuhan, donde se originó el coronavirus; un cierre que afecta al transporte público urbano, el metro, el ferri y los transportes de pasajeros de larga distancia. Además, el aeropuerto y la estación de tren quedarán "temporalmente cerrados" para salir de la ciudad y, de hecho, se prohíbe que ningún ciudadano "salga de Wuhan sin motivos especiales" hasta nuevo aviso. Hay 11 millones de habitantes en la ciudad.

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Pero la rigurosa cuarentena decretada en Wuhan podría no ser suficiente: el sábado comienza el nuevo año chino, por lo que este viernes (su 'Nochevieja') se espera el desplazamiento de millones de personas para celebrar con sus familiares lo que se considera la principal época festiva en el país. Un foco potencial de contagio que podría convertirse en un vector de propagación sin precedentes, ya que si bien el epicentro está prácticamente sellado, no se descarta que haya otros casos aún sin detectar en otras partes del país.

Para limitar los posibles efectos del contagio, las cercanas ciudades de Ezhou y de Huanggang han anunciado también el corte total de su red de transportes. En la primera, vive un millón de personas; en la segunda, seis millones, lo que eleva el total de ciudadanos en cuarentena a los 18 millones.

Para hacerse una idea del nivel de desplazamientos (internos y externos) en China, cabe recordar que durante el Año Nuevo de 2019 (celebrado el 11 de febrero, por su calendario lunar) el país registró 415 millones de viajes de turistas, que generaron 513.900 millones de yuanes (68.970 millones de euros) en ingresos en los días previos (entre el 4 y el 10 de febrero), lo que supuso un incremento del 7,6% y el 8,2%, respectivamente, en términos interanuales. Un dato que refleja no solo que el turismo mueve cada vez a más personas dentro y fuera del país, sino que el Año Nuevo es el período de mayor número de desplazamientos en China.

En aquella ocasión, se organizaron diferentes actividades para celebrarlo como exposiciones, ferias en los templos o danzas populares. En todos los casos, se trata de eventos con una alta concentración de turistas (chinos y extranjeros). Por lo que, en el caso de una potencial pandemia como a la que se enfrentan las autoridades chinas, implica un mayor riesgo de contagio del coronavirus de lo habitual.