Detienen a un hombre (blanco) por pasear con su nieta (negra)... y no es la primera vez

  • Un hombre blanco paseando con una niña negra es motivo suficiente para que la policía de Austin (Texas) te detenga. Pero la segunda vez tocó techo: cinco coches de policía se desplegaron para la detención, con esposas y todo. Su único delito, ser un buen abuelo.
Quique Peinado

Scott Henson es un periodista retirado que vive en Austin, Texas. Una de sus grandes pasiones es cuidar de su nieta Ty, de cinco años. Que él sea blanco y la niña negra no debería ser más que una anécdota. Pero para la policía local parece que no lo es.

Henson acaba de sufrir su segundo incidente con las fuerzas del orden por el simple hecho de pasear con Ty. En 2008, la búsqueda de dos asesinos sirvió de excusa para que lo pararan por la calle, lo separaran de la niña y le hicieran más preguntas de la cuenta. El susto de la cría le valió una buena ración de indignación.

Pero el colmo llegó la semana pasada. Volvía de dar un paseo con su nieta cuando una policía lo paró. Separó a la niña y la interrogó: Ty le dijo por activa y por pasiva que aquel hombre era su abuelo.

Cuando terminaron las preguntas devolvieron a la cría a Henson, pero unos metros más adelante le esperaban cinco coches de policía. Lo esposaron, y, según su testimonio, le insultaron.

Pero, sobre todo, fueron muy duros con la niña: "Un policía le decía que no estaban allí para hacerle daño, pero otro la agarró muy bruscamente y la metió en el asiento trasero del coche", ha declarado Henson a los medios estadounidenses. Ty, dice, estaba aterrorizada.

Los agentes se negaron a llamar a los teléfonos que les daba para que verificaran que era su nieta, aunque, tras hacer sus comprobaciones, le dejaron ir. Eso sí, en la puerta de su casa 'acamparon' hasta 10 coches de policía. Nadie le pidió perdón por aterrorizar a su nieta.

"Mi delito debe ser cuidar niños siendo blanco", ha escrito, con cierta sorna, Henson en su blog. En ambas ocasiones, su detención se basó en la denuncia de vecinos a los que les pareció sospechoso ver a un hombre blanco con una niña negra.

A pesar de la (bien ganada) fama de Texas de lugar conservador y de difíciles relaciones raciales, Austin, la cuarta ciudad más importante del estado, es un oasis progresista y ecologista, una ciudad abierta con una de las mejores calidades de vida de los Estados Unidos. Su destacado progresismo, en cualquier caso, no parece suficente para un abuelo blanco y su nieta negra de cinco años.

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