El australiano Jason Colton pasará los próximos 11 años de su vida entre rejas por cometer uno de los crímenes más mediáticos del país en la última década. En octubre de 2017, Colton mató al huésped de su casa en Airbnb porque le debía una parte del alquiler, y año y medio después ha conocido el fallo de su sentencia.
Este profesor de 42 años de un colegio privado estará en prisión más de una década tras colgar boca abajo, golpear y estrangular hasta la muerte a Ramis Jonuzi, turista de 36 años que había alquilado su casa en Melbourne a través de Airbnb por un corto periodo de tiempo.
El problema en la relación entre arrendador y arrendado surgió cuando este último pidió extender la estancia más tiempo. Tras estar esos días a mayores, Jonuzi presuntamente no le pagó los 149 dólares (131 euros) correspondientes a Colton, desatando su ira.
El arrendador admitió ante los tribunales haber asesinado a su huésped después de que este no le pagase esa cantidad. Fue acusado de asesinato y se declaró culpable de homicidio.
Según la 'Australian Broadcasting Network', una entrevista grabada con la policía la noche del crimen se difundió durante el juicio, revelando que Colton había dicho a las autoridades que Jonuzi "se merecía todo lo que le pasó". De hecho, Colton insertó un lápiz en la oreja de Jonuzi, lo que el juez ya consideró como "un acto gratuito y despectivo".
Por su parte, sus compañeros Ryan Smart y Craig Levy recibieron sus respectivas condenas de nueve y siete años y medio de cárcel. Airbnb condenó la acción de los agresores en un comunicado definiendo el asesinato como "un acto abominable".
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