
Un hombre ha sido condenado a 25 años de cárcel tras admitir que asesinó de una paliza con patadas y puñetazos a su hijastra de dos años porque no le estaba dejando concentrarse para estudiar. Los hechos tuvieron lugar en Tucumán (Argentina) hace apenas un mes y la madre confesó que "siempre me prometía que iba a cambiar, pero nunca lo hizo. Ni siquiera me permitía que le contara a mi familia lo que hacía y no lo demandé porque tenía miedo". Las lesiones le provocaron una hemorragia cerebral, lesiones en pulmón y riñón y tres costillas rotas.

Todo sucedió el pasado 18 de octubre. No era la primera vez que golpeaba a la pequeña Abigail, que llegó con al menos 20 marcas ante los médicos. Aquel día el condenado estaba estudiando y asegura que la pequeña, una de las dos hijas de su pareja con la que vivía, "hacía ruidos y no le dejaba estudiar", recoge la prensa argentina. A continuación empezó a golpear a la pequeña hasta el momento en el que la madre se percata y se pone en medio para intentar pararle, sin éxito.
Rápidamente coge a la pequeña para llevar al hospital, donde certifican que por los golpes sufridos ha perdido la vida. Es allí donde la madre confiesa que todo es fruto del enfado de su pareja. El fiscal acaba recogiendo en su escrito que "con intenciones de causarle la muerte a Abigail, le propinó patadas y puñetazos en distintas partes del cuerpo".
"Es muy importante haber logrado una pena que es ejemplar y en los tiempos en que se consiguió. Es uno de los beneficios que tiene el nuevo sistema de juicios rápidos", puntualiza al diario Crónica el fiscal del caso. También asegura que el juicio no se ha alargado años tras el reconocimiento del acusado de los hechos y el consentimiento de la madre.