Así fueron los dramáticos 180 segundos de la masacre dentro de la sala Bataclan

    • Los terroristas nunca quisieron negociar con la policía, tenían claro que iban a matar a toda la gente que pudieran, y así lo decían en las conversaciones con la policía.
    • La sala de conciertos fue la que sufrió el mayor ataque de los atentados del pasado viernes en París con 89 víctimas mortales de las 132 que perdieron la vida en los atentados de París.
Los agentes de policía se desplazan a la sala Bataclan
Los agentes de policía se desplazan a la sala Bataclan

La música sonaba, en el escenario la banda californiana Eagles of Death Metal tocaba su canción "Kiss The Devil", la ya conocida como "Generación Bataclan" disfrutaba de una noche de rock, de concierto, en el número 50 del Boulevard Voltaire, cuando los disparos hicieron que la música parara en seco y diera lugar al pánico y al horror.

A las 21:40 tres terroristas entran en la sala Bataclan cargados con rifles y chalecos con explosivos, lo hacen por la puerta principal tras matar al personal de seguridad que ahí se encuentra. Acto seguido los tres terroristas se colocan en el entresuelo de la planta y empiezan a disparar delante de la barra del local. Es entonces cuando la música para, y estalla el pánico entre los que se encontraban dentro. La banda de rock consigue desaparecer por detrás del escenario y algunos de los espectadores lo hacen por las puertas laterales. Otros, no pueden salir de la sala y optan por esconderse en las salas anexas, en techos falsos, detrás de las puertas, correr hacia las ventanas, algunos, muchos, optan por tirarse al suelo y hacerse los muertos.

Pero los terroristas no van a parar ahí, dos de ellos suben a la una planta más en la sala y desde ahí siguen disparando rehenes. Es entonces cuando las fuerzas de seguridad comienzan a llegar a la sala de conciertos. Lo hacen cargados de rifles, chalecos especiales... En cuestión de minutos varios policías se enfrentan a los terroristas, uno de ellos se encuentra con uno de los autores de la masacre y le dispara, es entonces cuando el cinturón de explosivos se activa, todavía se desconoce si lo hace activar el disparo o el propio terrorista.

La policía no trae la tranquilidad,nadie sabe si los terroristas han sido abatidos o todavía continúan entre la multitud, por lo que el pánico sigue presente en la huida de los rehenes que siguen saliendo cada vez que las puertas de la sala se abren.Decenas de cuerpos se amontonan en el suelo de la sala. Los agentes sí que saben que dos de los terroristas todavía siguen dentro. Suben a la sala desde donde disparaban los terroristas y allí sucede otra masacre. A los terroristas, quienestienen rehenes también desde donde disparaban,no les tiembla el pulso a la hora de abrir fuego contra la policía.No existió ningún tipo de negociación

La Policía francesa recibió varias llamadas por parte de los terroristas desde el interior de la sala Bataclan. "Nunca se plantearon la opción de negociar", afirma un agente al diario Le Monde, que también afirman que en las llamadas únicamente se obligaba a los agentes a que estos se fueran de la sala si no querían que la matanza continuara, incluso amenazaron con realizar decapitaciones a varios rehenes. Un dato que contradice las primeras informaciones en las que se hablaba de que los terroristas estaban dispuestos a negociar con los cuerpos de seguridad. Los agentes que estuvieron allí lo tienen claro, iban a matar y a cuanta más gente mejor.

Los supervivientes narran como los terroristas gritaban el nombre de "Alá" y les pedían a los rehenes que afirmaran que estaban a favor de "Estado Islámico", según cuentan varias víctimas en los medios locales. Según uno de los asistentes al concierto, uno de los terroristas le habría pedido dinero y al dárselo éste, el terrorista le prendió fuego. La ráfaga de disparos solo paró en el momento en el que los agentes entraron en Bataclan, durante escasos segundos, lo que creó más confusión a los rehenes que pensaban que todo había acabado y comenzaron a correr hacia las salidas. Toda vía de escape era poca para poder salir del infierno que dentro de esa sala se estaba viviendo.

Fueron tres minutos en los que a los asistentes les dio tiempo a visitar el infierno, tres minutos en los que tres personas decidieron acabar con la vida de al menos 90.

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