El Domingo de Pascua por la mañana los hermanos británicos Daniel (19 años) y Amelie Linsey (15) desayunaban en el café Table One de su hotel Shangri-La en la zona de Colombo. Todo estaba tranquilo hasta que en las inmediaciones se produjo la explosión de una bomba. Ambos escaparon por los pasillos del hotel en busca de refugio, pero una segunda detonación terminó con sus vidas.
La segunda explosión de las ocho que tuvieron lugar en tres iglesias cristianas, tres hoteles, y un barrio residencial y un zoo de Sri Lanka provocó el fallecimiento de estos dos adolescentes, que forman parte de los al menos 31 extranjeros que fallecieron en los atentados, y entre los que también hay dos españoles, María y Alberto, dos gallegos que se encontraban de vacaciones.
Los hermanos Linsey también disfrutaban de un periodo de descanso junto a su familias en el país asiático. De hecho, el domingo era el último día de sus vacaciones.
“Llevaron a mis dos hermanos al hospital pero no pudieron hacer nada. Creo que ambos estaban muertos antes de llegar allí. Los echamos mucho de menos”, explicó el tercer hermano David Linsey, en declaraciones recogidas por 'The Sun'.
Los padres sobrevivieron en el mismo hotel de lujo y se deshicieron en buenas palabras para sus hijos ya fallecidos. "Amelie era muy divertida. Lista, guapa, muy amable y cariñosa. Se preocupaba por su familia y sus amigos, y Danny era igual", indicó la madre, Angelina.
Hasta el momento se contabilizan ocho víctimas británicas, aunque falta una por identificar. Las autoridades señalaron que la mayoría de los ataques fueron perpretados por terroristas suicidas y ya se ha detenido a 24 sospechosos.
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