La nave Soyuz MS-10, que despegó hoy con el cosmonauta Alexéi Ovchinin y el astronauta de la NASA Nick Hague a bordo, ha tenido que regresar y aterrizar en Kazajistán por un fallo en el motor, según informan las agencias rusas.
Cuatro helicópteros Mi-8 despegaron de aeropuertos kazajos para buscar a los dos astronautas, según informan medios militares rusos. Los mismos medios ya han informado que la tripulación están en "buenas condiciones, teniendo en cuenta las fuerzas gravitatorias que han tenido que soportar".
El lanzamiento de la nave en el marco de la misión 57-58 se produjo a las 08.40 GMT y poco después el propulsor comenzó a fallar, por lo que la tripulación tuvo que volver a la Tierra.
Estaba previsto que la nave diese cuatro vueltas a la Tierra para acoplarse seis horas después a la EEI (Estación Espacial Internacional) para, dos horas después de su llegada, abrirse las compuertas y unirse a los tres miembros que se encuentran en la estación.
Al respecto el ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque, ha dicho hoy que "por suerte el sistema de salvamento ha funcionado". "Gran susto hoy en Baikonur -cosmódromo ruso- y el resto de centros de control de la Estación Espacial: ¡el cohete que llevaba dos nuevos tripulantes ha fallado!", ha señalado en su cuenta de Twitter el ministro.
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