La necesidad de estar conectados 24 horas al día tiene consecuencias negativas para nuestra salud, especialmente a nivel psicológico, pero también puede suponer un accidente doméstico, con un desenlace fatal. Una joven falleció el pasado 8 de diciembre tras recibir una descarga eléctrica, después de que su teléfono móvil, que había puesto a cargar, entrase en contacto con el agua.
Irina Rýbnikova, atleta rusa de apenas 15 años y campeona nacional de una disciplina de lucha mixta, pancracio, había puesto a cargar su móvil y se estaba bañando cuando el dispositivo se le resbaló y cayó al agua, como recoge el diario DailyMail.
La familia de Rýbnikova encontró su cuerpo después ya que la joven estaba sola en el momento del accidente. Familiares y amigos lamentaron la pérdida de esta joven que hace apenas 2 meses ganó el campeonato ruso de su disciplina. Su Federación confirmó el fatal desenlace, "un trágico accidente ha cobrado la vida a nuestra campeona, amiga, compañera", explican en un comunicado.
Las autoridades investigan las circunstancias del suceso, pero todo parece indicar que el contacto del agua con la electricidad es la principal causa. Las autoridades rusas ya habían alertado del peligro de usar los cargadores móviles en los baños.
El contacto de la electricidad con el agua puede resultar mortal para las personas y utilizar aparatos eléctricos en zonas húmedas como los baños aumenta el riesgo de recibir una descarga eléctrica.
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