Aumenta la presión para celebrar un segundo referéndum sobre el Brexit

  • Nicola Sturgeon propone otra consulta por la independencia de Escocia en 2021 si hay Brexit, sumándose a quienes presionan para un segundo referéndum.
Theresa May (centro), durante el funeral de la periodista Lyra McKee.
Theresa May (centro), durante el funeral de la periodista Lyra McKee.
EFE

Como un dolor de muelas, el Brexit mantiene en jaque desde hace meses a Theresa May, a Reino Unido y al conjunto de la Unión Europea: las constantes prórrogas solicitadas por la primera ministra británica para que la Cámara de los Comunes decida de una vez qué quiere ha derivado en una novela de intrigas, deslealtades y cambios de bando; el penúltimo capítulo, la postulación de Rachel Johnson -hermana del euroescéptico Boris Johnson- con un partido 'antiBrexit' de cara a las Europeas del próximo 26 de mayo.

Ahora, a May le acaba de salir un nuevo frente de batalla, después de que Nicola Sturgeon haya anunciado que propondrá una segunda consulta en 2021 sobre la independencia de Escocia de Reino Unido, en el caso de que el Brexit se termine produciendo. "Puedo confirmar que el Gobierno escocés actuará para garantizar que se avanza en la opción de dar a los ciudadanos la variante de la independencia más tarde, durante este periodo parlamentario", explicaba este miércoles la ministra principal escocesa.

Sturgeon se ha opuesto desde el principio a la retirada de Reino Unido del bloque comunitario y, de hecho, ha participado en varias manifestaciones a favor de un segundo referéndum sobre el Brexit, por lo que este movimiento aumenta la presión sobre May, que lleva medio año intentando sacar adelante el acuerdo de salida sellado el pasado noviembre con la UE, para que dé con la fórmula alternativa que reclama la oposición y una buena parte del Partido Conservador que lidera.

Escocia depende de Reino Unido para un segundo referéndum de independencia

En Escocia ya se celebró un referéndum de independencia en 2014 con un 55% de la población mostrándose en contra de salir de Reino Unido entonces. Sin embargo, el Partido Nacionalista Escocés (SNP) se convirtió en el tercer partido político -solo por detrás de laboristas y 'tories'- en las elecciones del año siguiente y Sturgeon sucedió a Alex Salmond como ministra principal de Escocia. Cuatro años después, la cuestión de la independencia vuelve al escenario político.

Este miércoles, Sturgeon aseguraba frente a los comunes que la "única forma de proteger los intereses de Escocia" es conseguir la independencia, que, destacó, salvaguardará también el lugar de la región "en Europa". "La elección entre el Brexit y el futuro de Escocia como nación europea independiente debería ofrecerse durante esta legislatura en el Parlamento", señalaba, entre aplausos de la bancada nacionalista.

Se refería Sturgeon a una cuestión clave para los independentistas escoceses: a raíz de la consulta sobre el Brexit, las ambiciones separatistas del SNP quedaron relegadas a un segundo plano. De hecho, desde el principio han rechazado de plano la desconexión de Reino Unido de la Unión Europea, especialmente porque cualquier referéndum futuro sobre la cuestión escocesa tendrá que estar pactado con Westminster, tal y como sucedió en 2014.

El viraje de Corbyn y el segundo referéndum

Jeremy Corbyn, líder del Partido Laborista
Jeremy Corbyn, líder del Partido Laborista / EFE

Ante el estancamiento parlamentario y las reiteradas negativas de May a convocar un segundo referéndum sobre el Brexit, Sturgeon ha decidido mover ficha y forzar, de algún modo, a que la primera ministra británica se abra a opciones distintas al acuerdo sellado con la UE y rechazado hasta en tres ocasiones por la Cámara de los Comunes.

"Hemos hecho todo lo posible para ayudar a evitar la crisis del Brexit en todo Reino Unido. Y continuaremos haciéndolo", sostuvo durante su intervención, al tiempo que objetó que "el sistema de gobierno de Westminster no sirve a los intereses de Escocia", donde, recordó Sturgeon, el 62 % votó a favor de continuar en la UE.

En este sentido, la opción del segundo referéndum sobre el Brexit es la que más sentido tiene para Sturgeon, que intentado formar en el último medio año un bloque común junto a Jeremy Corbyn, al respecto. El problema es que la división en el seno Partido Laborista -y las reticencias del propio Corbyn- ha impedido una posición oficial respecto a una segunda consulta. Al menos, hasta el mes pasado, cuando el Parlamento británico tomó el control del proceso a través de las denominadas 'votaciones indicativas'. En aquel momento, Corbyn ya empezó a plantearse la idea del segundo referéndum.

Gracias a la extensión larga del Brexit -hasta el 31 de octubre- y el caos entre los 'tories' por la fecha de salida de May de Westminster, el momento parece el más apropiado para quienes persiguen un segundo referéndum en Reino Unido. La propia Sturgeon así lo esbozaba ante los comunes: su intención es convocar una segunda consulta de independencia en Escocia "antes de que termine la legislatura".

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