El Gobierno de Austria endurece las restricciones para las personas que no han recibido la vacuna de la Covid-19. Desde esta medianoche, todos aquellos que no hayan sido inoculados contra el virus o no estén curados tendrán que volver a confinarse en sus domicilios. "La situación es seria. La cuarta ola (de la pandemia) nos afecta plenamente. Eso se debe a la variante delta (del virus) pero también se debe a la baja cuota de vacunación", dijo ante la prensa el canciller federal, el conservador Alexander Schallenberg.
Así, a partir del lunes las personas no vacunadas y no curadas de covid-19 sólo podrán salir de sus viviendas para ciertas actividades, como ir a trabajar, estudiar o ir de compras a tiendas de primera necesidad. Además, podrán salir a la calle para ir al médico, vacunarse o para dar un paseo. Sin embargo, quedará prohibido ir de compras a tiendas no esenciales, acudir a restaurantes, bares, gimnasios y eventos culturales y deportivos, entre otros.
La decisión de este aislamiento social exclusivo responde a la elevada incidencia entre el citado segmento poblacional, que se ha situado en los 1.700 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos siete días, con fuerte tendencia al alza. En contraposición, entre los vacunados es de 383 casos por cada 100.000 personas, y da signos de ir a la baja, según apuntó el canciller federal. Con esta decisión buscan "proteger" a las personas no vacunadas ni curadas, y poder reducir así los contactos sociales.
En el momento actual, un 65 % de la población adulta está vacunada en Austria, por lo que el país se encuentra al final de la lista entre los países de Europa Occidental. "El porcentaje de vacunación es vergonzosamente bajo y sin subirla no podremos salir de este círculo vicioso (de la pandemia)", señaló el canciller austríaco.
Las medidas anunciadas este domingo serán controladas por la Policía austríaca de forma aleatoria, con multas por incumplimiento de hasta 500 euros para los particulares y de hasta 3.600 euros para establecimientos que no cumplen las normas. La norma será adoptada esta noche por el Parlamento austríaco para un período inicial de diez días (hasta el 24 de noviembre), con la opción de ser luego extendida, lo que requerirá una nueva votación parlamentaria.
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