Bannon, exasesor de Trump, estrella en el Congreso del Frente Nacional francés

  • Fue el último jefe de campaña de Trump y se convirtió en su estratega jefe y una de las figuras más poderosas en la Casa Blanca.
El antiguo estratega jefe de la Casa Blanca Steve Bannon pronuncia un discurso durante un acto celebrado en Zúrich, Suzia, el 6 de marzo del 2018 (EFE/Ennio Leanza)
El antiguo estratega jefe de la Casa Blanca Steve Bannon pronuncia un discurso durante un acto celebrado en Zúrich, Suzia, el 6 de marzo del 2018 (EFE/Ennio Leanza)
El antiguo estratega jefe de la Casa Blanca Steve Bannon pronuncia un discurso durante un acto celebrado en Zúrich, Suzia, el 6 de marzo del 2018 (EFE/Ennio Leanza)
El antiguo estratega jefe de la Casa Blanca Steve Bannon pronuncia un discurso en un acto celebrado en Zúrich, el 6 de marzo del 2018 (EFE/Ennio Leanza)

Steve Bannon, el polémico exasesor del presidente estadounidense, Donald Trump, es la estrella invitada en la apertura en Lille (norte de Francia) del XVI Congreso del ultraderechista Frente Nacional, que anunciará su refundación con un nuevo nombre.

Bannon, que siempre ha manifestado su simpatía con el partido que encabeza Marine Le Pen, es el primero en tomar la palabra para demostrar que "la victoria es posible" y orientar al FN hacia cómo lograrla, a juicio del portavoz del partido, Sébastien Chenu.

En declaraciones a la emisora "France Inter", Chenu defendió que Bannon simbolizará con su presencia el rechazo que comparte con el FN al "establishment" y a lo políticamente correcto, además de admitir que su intervención probablemente levantará ampollas.

Arquitecto de la victoria

El portavoz también destacó que Bannon fue el arquitecto de la inesperada victoria electoral de Trump, por lo que tendrá buenos consejos sobre cómo el FN puede alcanzar el mismo objetivo, después de que Le Pen fuese aplastada en la segunda vuelta de las presidenciales del año pasado por Emmanuel Macron.

Bannon fue el último jefe de campaña de Trump y se convirtió en su estratega jefe y una de las figuras más poderosas en la Casa Blanca desde enero de 2017 hasta agosto, cuando fue despedido sin más explicaciones.

Marine Le Pen medirá este fin de semana el grado de apoyo con el que aún cuenta en las filas de la ultraderecha, que se han decantado por una corta mayoría por cambiar el nombre al Frente Nacional, para desembarazarse del peso del pasado que a su juicio los lastra en las urnas.

Le Pen cuenta ahora con el desafío externo que llega desde el partido conservador Los Republicanos, cuyo líder, Laurent Wauquiez, asume postulados tradicionales de la extrema derecha, y con la nueva formación Patriotas, creada por su antiguo número dos, Florian Philippot, que también podría arrebatarle votos.

Desprovista de su principal apoyo para renovar el partido, Le Pen afronta ahora la contestación de sectores tradicionalistas, reacios a cualquier corriente modernizadora.

Estos sectores se identifican más con el padre de la actual líder y fundador del partido, Jean-Marie Le Pen, enfrentado sin cuartel a su hija, pero que conserva la presidencia de honor del partido gracias a las resoluciones de los tribunales.

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