Bassma Kodmani, intelectual siria: "Espero que los gobiernos árabes impongan los derechos de las mujeres"

  • Kodmani dirige la 'Arab Reform Initiative', una asociación que lucha por la democratización de los países árabes. En esta entrevista nos explica que cambios como el derecho a divorciarse de las mujeres o el cambio en la posesión del poder (de la religión a la política) son factores básicos para el desarrollo de una democracia árabe en un modelo propio y adaptado.
“Espero que los gobiernos árabes impongan los derechos de las mujeres", Bassma Kodmani.
“Espero que los gobiernos árabes impongan los derechos de las mujeres", Bassma Kodmani.
Santiago Zarraga
Santiago Zarraga

¿Es posible imaginar una democracia árabe sin religión?

No es posible separarlos [Estado y religión] rápido. Es un proceso gradual, si hacemos una buena gestión de nuestros problemas sociales, conseguiremos separarlos. Gradualmente si lo conseguiremos.

¿Quién es el peor enemigo de la democracia en los países árabes?

Por el momento son los regímenes y élites que marcan la agenda de los países. Son quienes bloquean este proceso. Controlan todo, la seguridad, la sociedad y los recursos naturales. Por lo tanto la responsabilidad recae sobre los regímenes en el poder.

¿Y el peor daño que Occidente ha hecho a los países árabes en este proceso democratizador?

Un daño constante es que Occidente no es más severo y estricto con las políticas israelíes. Por esto los países de Oriente Próximo tienen una mala imagen en el mundo. El segundo es pensar que las diferentes comunidades son iguales, y que no hay que tratarlas de manera diferente a cada una. Es algo muy peligroso, y es lo que se ha hecho en Irak.

¿Cuál es el principal problema a la hora de establecer una democracia en un país árabe?

Hay diferentes problemas. En algunos países el problema son los clanes familiares que marcan la legislación, en otros son los cuerpos de seguridad. A veces son ambos, que van de la mano.

Otro obstáculo importante es la unidad de los estados. Por ahora no hay buena regulación entre las relaciones de las comunidades. Organizar estas relaciones es lo primero para la democratización. Sin embargo, haciendo ésto entras en un riesgo terrible: desestabilizar el país.

Un riesgo que creo que no es importante, pero del que la gente habla el miedo a que un grupo no democrático tome el poder democráticamente y pare detenga el sistema. Pero se puede garantizar que esto no pase con unos buenos principios constitucionales.

¿Cuál debe ser el papel de las mujeres en la democratización de un país árabe?

En el cambio democrático de los países árabes, la mujer es muy importante. Pero tiene varias dimensiones. Hay mucho que hacer, muchas dificultades para mejorar el estatus de las mujeres.

La experiencia demuestra que la creación de leyes que protegen a las mujeres es la mejor manera de progresar. Los cambios legales son lo primero, por delante de todo. Gracias a esta legalidad, llega el segundo paso: el ámbito social. Así se les da a las mujeres el derecho a divorciarse, de tener la custodia de sus hijos o a trabajar por su cuenta si quieren y ser independientes económicamente.

El problema de esta cultura son los fuertes grupos islámicos y quieren mantener una sociedad conservadora y mantener a las mujeres en situación de inferioridad. Éstos son los partidos políticos y las instituciones religiosas, que son muy conservadores.

Lo bueno es que en una sociedad civil tienes grupos fuertes que luchan por los derechos de las mujeres. Tenemos esperanzas de que los gobiernos también impongan los derechos de las mujeres.

¿Una democracia árabe u occidental debe prohibir el uso del velo o del niqab?

Creo que la democracia es, lo primero, libertad. Libertad para hacer y vestir como quieras, pero también es importante tener en cuenta la armonía y paz social del país. Estos conceptos pueden entrar en conflicto. En algunos países la libertad es lo primero, como en Reino Unido. Allí  la mujer puede vestir lo que quiera, por encima de la armonía social.

En Francia el caso es muy diferente. Los franceses piensan que la armonía y el orden social vienen de dejar a la religión fuera del espacio público. Éste orden social es más importante que la libertad de vestir lo que quieras, así que cualquier cosa relacionada con la religión debe ser expulsada de éste espacio.

Desde mi punto de vista, estando en otro país es importante adaptarse e integrarse y ser sensible a la historia del lugar. Es preferible no usar el velo en aquellos lugares en los que no está socialmente aceptado. Muchos líderes musulmanes dicen que cuando estás fuera del país, debes adaptarte a sus costumbres, por lo que no importa si fuera te quitas el velo.

¿Cada país árabe va a crear su propio modelo de democratización?

El tema del velo no es cuestionable en el mundo árabe. Se acepta como parte de la cultura que las mujeres vistan el velo, pero la influencia de las instituciones es muy fuerte, y eso es porque el poder político es débil. La religión es más importante que la política. Creo que el modelo que necesitamos ver en todos los países árabes es que el poder sea de la política y no de la religión.

No hay un modelo fijo para todos. Algunos son más religiosos que otros, por lo que hay grados en el reparto de poderes. No veo modelos muy diferentes, veo un conjunto de principios maduros que llevarán a un proceso democrático. En todo caso dependerá de la variedad de minorías que haya. Si la realidad es multiétnica, se deben proteger todas con garantías especiales.

¿Por qué Occidente y los países árabes han tomado caminos diferentes en la democratización?

Históricamente hay muchas razones, pero son dos las principales. La primera, son nuestras relaciones con otros países, marcadas por las fronteras que dibujaron las potencias coloniales. Muchas de las identidades que tenemos fueron divididas por estas fronteras.

La segunda y muy importante razón son las instituciones religiosas. Pero cuando nos movemos hacia el cambio político, también cambia el papel de las instituciones religiosas, que pierden poder en los temas de gobierno.

Estamos en un estado primario de la democratización, y la religión tiene mucha influencia todavía, pero sabemos la dirección que queremos tomar. Pese a que Europa tiene una idea sobre cómo debe ser este proceso, nosotros creemos que el nuestra democratización desembocará en un modelo propio. Pero en algunas áreas tenemos mucho que aprender de Occidente.

El concepto de democracia es un término nacido en Europa, las necesidades pueden ser diferentes en los países árabes. ¿Tiene que cambiar algo en la mentalidad de estos países para democratizarse?

Hay principios en la democracia que son universales. Creemos que en nuestro mundo estos conceptos también se deben respetar, como los derechos humanos, la dignidad de las personas o la libertad de expresión. Otro de los principios universales es la separación de poderes. No puedes tener un buen gobierno si no se separan las funciones legislativa, ejecutiva y judicial.

Si conseguimos esto, podremos continuar con nuestro modelo, influenciado por la estructura social y los grupos de poder. Será una mezcla diferente, pero la democracia es el modelo que estamos desarrollando igual que se ha desarrollado en todos el mundo. No hay otro modelo.

La gente quiere democracia y libertad pero también quieren seguridad y estabilidad. Si les preguntas qué prefieren, algunos eligen la seguridad. Pero creo que este problema no es sólo de los países árabes, también ocurre en Latinoamérica y otras regiones.

Bassma Kodmani nació en Siria. Ha trabajado en Francia y en el mundo árabe. Ha colaborado en múltiples ocasiones con diferentes instituciones estadounidenses y árabes, así como en diferentes congresos de la Casa Árabe. Ha sido profesora de Ciencias Políticas y relaciones internacionales. Durante seis años trabajó en la 'Ford Foundation' de Egipto y ha intervenido varias ocasiones en el conflicto árabe-israelí. Ahora es directora de la 'Arab Reform Initiative'.

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