Bélgica bate el récord de un país europeo sin gobierno

  • 208 días cumple ya el país belga sin un Ejecutivo nuevo que dirija el país. Mientras flamencos y francófonos tratan de encontrar el término medio a sus discrepancias, el gobierno en funciones ya ha despedido su semestre de presidencia de la Unión Europea y el rey Alberto II se las ve y desea para conseguir un acuerdo entre siete partidos.
Bélgica vive la crisis más larga de su historia tras 200 días sin Gobierno
Bélgica vive la crisis más larga de su historia tras 200 días sin Gobierno
lainformacion.com | agencias
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El ex ministro socialista Johan Vande Lanotte, al que el rey Alberto II de Bélgica nombró mediador en las conversaciones entre los partidos flamencos y francófonos para formar una coalición de gobierno tras las elecciones del pasado 13 de junio, presentó ayer por la tarde su dimisión ante el monarca.

Los principales puntos en discordia se reducen a uno: quién debe mover los hilos en Bruselas y alrededores.

Ahora el monarca ha vuelto a abrir una nueva ronda de consultas con los siete partidos que negocian la coalición de gobierno y volverá a reunirse el próximo lunes con Vande Lanotte.

Bélgica cumple ya 208 días sin un gobierno desde las elecciones que ganó -sin mayoría- el partido nacionalista flamenco N-VA de Bart De Wever. La vecina Holanda tardó justo esta cantidad de días en formar un nuevo Ejecutivo en 1977.

Tres opciones de futuro

La dimisión de Vande Lanotte podría abrir la puerta a la próxima convocatoria de nuevos comicios. Aunque para saberlo habrá que esperar al menos hasta el próximo lunes, cuando Alberto II dirá si acepta o no su dimisión.

De todas formas, no es la única posibilidad que existe. Por una parte, el monarca puede obligar a este mediador a seguir con su labor o bien nombrar a otro para que le releve en el cargo. También puede formarse un gobierno temporal para gestionar la economía del país (con una deuda pública cercana al 100 por 100).

La propuesta de Vande Lanotte

El partido nacionalista flamenco de De Wever ha dicho que mantiene "reservas fundamentales" sobre la última propuesta de Vande Lanotte. Es prácticamente la única formación a la que no le ha convencido la solución propuesta por el ex ministro socialista, pero al ser el partido mayoritario, su opinión resulta crucial.

El plan establece las directrices principales para impulsar la reforma de la ley de financiación y de transferencia de competencias, la financiación de Bruselas y el futuro del distrito de Bruselas-Hal-Vilvorde (BHV), polémica región periférica de la capital que se disputan flamencos y francófonos, entre otros, por los derechos lingüísticos y de voto de los francófonos.

El N-VA insistió ayer en su intención de trasladar sus observaciones sobre la propuesta al resto de partidos la espera de ver si "son aceptables" para ellos y ver si continuar las negociaciones entre los siete partidos sigue siendo "útil" y "tiene sentido".

Salvo N-VA y el partido democristiano flamenco CD&V, el partido del primer ministro en funciones, Yves Leterme, el resto de partidos que participan en las negociaciones -los partidos francófonos socialista (PS), democristiano (cDH) y verde (Écolo) y los flamencos socialistas (SP.A) y verdes (Groen)- aceptaron la propuesta de Vande Lanotte como base para continuar las negociaciones.

De momento, Bélgica sigue con un gobierno en funciones que ha capeado no solo la crisis económica que también afecta a Bélgica, sino la presidencia rotatoria de la Unión Europea que ostentó durante el segundo semestre de 2010. Al menos ahora ya le ha pasado la batuta europea a Hungría y podrá centrarse más en los asuntos internos.

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