Bélgica logra un histórico acuerdo de gobierno tras más de 500 días sin Ejecutivo

  • Los ocho partidos políticos belgas que participan en las negociaciones han alcanzado esta madrugada un acuerdo que abre la puerta a la conclusión de una crisis política que dura ya casi año y medio.

Agencias

Los belgas han vivido sin Gobierno durante más de 500 días y se han convertido en la nación del planeta que más tiempo ha permanecido sin Ejecutivo. Sin embargo, los ocho partidos políticos belgas que participan en las negociaciones alcanzaron anoche un acuerdo histórico que desbloquea la situación y abre la puerta a la conclusión de una crisis política que dura casi año y medio.

El pacto fue posible después de que las distintas formaciones se pusiesen de acuerdo sobre el espinoso asunto de la escisión del distrito electoral Bruselas-Halle-Vilvoorde, que reúne a la capital y a los municipios flamencos de su periferia, y que divide a flamencos y francófonos desde hace décadas.Tras el acuerdo, el encargado de formar gobierno, el líder socialista francófono Elio Di Rupo, se desplazó inmediatamente al palacio de Laeken para informar al rey Alberto II.

El resultado de esta noche supone un giro total a la situación de la mañana del miércoles, cuando las negociaciones se atascaron después de que el primer ministro en funciones, Yves Leterme, anunciase su intención de dejar la política nacional para convertirse en secretario general adjunto de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Hasta el rey se vio obligado a volver de urgencia de sus vacaciones ante el agravamiento de la crisis.

Durante el miércoles se llegó incluso a evocar seriamente la posibilidad de una dimisión de Di Rupo, quien convocó una reunión "de última oportunidad" para la tarde, en la que se lograron avances clave y que concluyó justo después de la medianoche con el anuncio de acuerdo.

"Los ocho partidos han logrado superar conjuntamente los obstáculos" y conseguir "un consenso" sobre BHV, señala un comunicado de los negociadores.Las conversaciones continuarán este jueves a partir de mediodía.

Una vez solucionado el obstáculo más complicado, se espera que los partidos se centren en la ley de financiación de las regiones y en la transferencia de más competencias del Estado federal a las autoridades regionales.

El motivo de la disputa

El distrito BHV está enclavado en la mitad norte del país, de mayoría flamenca. Engloba los 19 municipios de Bruselas y 35 de la provincia de Brabante flamenco, seis de los cuales -Drogenbos, Linkebeek, Sint Genesius-Rode, Wemmel, Kraainem, Wezembeek-Oppem- ofrecen"facilidades administrativas" para los francófonos por ser una minoría importante en estas ciudades.

Varias de esas ciudades incluso tienen alcaldes francófonos, cuyo uso de su lengua en actos oficiales ha causado conflictos con las autoridades regionales de Flandes, cuyo idioma oficial es el flamenco. Se calcula que en ese distrito viven en torno a unos 150.000 francófonos, que desde hace décadas pueden votar por listas francófonas de Bruselas y disfrutar de justicia en su lengua.

Según han avanzado los medios locales, el acuerdo se ha construido sobre la base de numerosos tecnicismos dirigidos a contentar a las dos grandes comunidades del país. Así, los electores de los municipios de ese distrito podrán elegir entre votar a listas locales o de Bruselas. Además, BHV no se escinde para las complicadas elecciones al Senado, que también será reformado.

Los francófonos de los municipios flamencos de la periferia de Bruselas también seguirán teniendo acceso a justicia en su lengua.

La existencia de este distrito suponía una anomalía en un país dividido entre flamencos y francófonos, y una sentencia del Tribunal Constitucional ordenó su disolución hace años, pero las dos comunidades no se ponían de acuerdo sobre cómo hacerlo.

Las renovadas peticiones flamencas para escindir el distrito no lograron el eco suficiente en los partidos francófonos (que pedían compensaciones a cambio), lo que generó una crisis que puso fin a la coalición gobernante en abril del año pasado.

Las nuevas elecciones de junio de 2010 no lograron superar las diferencias, por lo que Bélgica se ha convertido en el país del mundo que más tiempo tarda en conseguir un acuerdo de Gobierno tras unos comicios.

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