Birmania abre una nueva ventana que mira a Occidente

  • La visita de Hillary Clinton a Birmania (la nueva Myanmar) podría desbancar a China como único aliado del Gobierno birmano. Con una cada vez más abierta Birmania, Clinton reitera sin embargo que su visita no significa que el floreciente país vaya a librarse de sus sanciones.
Kathleen E. McLaughlin, Pekín (China) | GlobalPost

La visita de la secretaria de Estado de EEUU Hillary Clinton a Birmania el día 30 no sólo supone un hito en la política exterior de su país, sino que también podría cambiar la política regional y desbancar a China como el único aliado del Gobierno birmano.

Si bien muchos en Pekín se muestran preocupados ante un posible cambio en las dinámicas de poder, hay una creciente tendencia a pensar que una Birmania más abierta también beneficiará a China.

Lo que China ni quiere ni necesita es otra Corea del Norte, un estado cerrado y ermitaño que depende casi totalmente de los chinos y de su comercio. Los observadores políticos esperan que se consolide un cambio estable en Birmania y una transformación gradual del país.

"A China le interesa que Birmania acabe con su aislamiento", afirma Zhao Daojiong, economista de la Universidad de Pekín. "Una Birmania aislada es inestable. A China le conviene que Birmania se internacionalice y estabilice".

Clinton ha dicho que su visita anunciada recientemente, la primera de un secretario de Estado de EEUU en 50 años, no significa que su país vaya a levantar las sanciones a Birmania.

Miembros de la administración Obama han descrito su viaje como un nuevo paso en las gestiones diplomáticas para fomentar la transformación de Birmania hacia un país más abierto que respete los derechos humanos.

Si bien China ha rebajado reiteradamente elsimbolismo e impacto potencial de una renovada influencia estadounidense en Birmania, el debate sobre cómo mantener las relaciones con su vecino rico en recursos está abierto. Los analistas chinos y las autoridades rechazan los rumores sobre la presión que está ejerciendo China para que Birmania se abra más y explore sus opciones.

Durante tres décadas China ha sido el principal aliado y socio comercial de Birmania. En los últimos meses, coincidiendo con algunos gestos de liberalización política tras las elecciones democráticas, Birmania también ha dado algunos fuertes y simbólicos pasos que le alejan de China.

A finales de octubre el Gobierno birmano canceló un enorme y muy polémico proyecto para construir una presa. La presa de Myitsone, una inversión de 3.600 millones de dólares, estaba llamado a ser uno de los proyectos de planta hidroeléctrica más grandes del mundo, inundando miles de kilómetros cuadrados en el estado selvático birmano de Kachin.

El proyecto, en el que China era uno de los muchos grandes inversores implicados, generó un rechazo violento y desencadenó enfrentamientos mortales.

China ha restado importancia a la cancelación, asegurando que sus intenciones fueron malinterpretadas. El periódico nacionalista Global Times, en un editorial sobre el fin del proyecto, aseguró que "China subestimó su papel como facilitador del cambio en Birmania y no supo interpretar la situación".

"Un largo periodo de sanciones occidentales han tenido como resultado pobreza y el cierre del país", decía el editorial. "Sin embargo, la rivalidad y la tensión a veces son exageradas por los medios occidentales. El freno a la construcción de la presa de Myitsone, de hecho, se ha interpretado como la señal más clara de la disposición birmana de abrazar a Occidente".

Zhu Feng, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Pekín, se hace eco también de ese sentimiento, y cree que los medios internacionales a veces exageran luchas de poder entre EEUU y China que realmente no existen.

"No creo que Birmania sea de una gran importancia estratégica para China", segura Zhue. "A China no le parece mal que Clinton la visita, ya que si Birmania es más abierta, podría favorecer los intereses de China".

Como siempre, "estabilidad" es la palabra clave para China.

Zhu opina que hay algunos temores a que Birmania se abra demasiado rápidamente y de forma violenta, con algo parecido a una de las revoluciones que ha impulsado la Primavera Árabe. Ese tipo de inestabilidad en las fronteras de China inevitablemente sería preocupante para Pekín.

Pero China ya ha lidiado con la inestabilidad surgida de las guerras civiles en Birmania en los últimos años. Al menos dos veces desde 2009 miles de birmanos han huido a través de la frontera china en la provincia de Yunnan, buscando refugio de los combates.

El truco ahora es cómo equilibrar el deseo de China de lograr más inversiones, comercio y recursos de Birmania con la necesidad de lograr más apertura y, tal y como lo ve Pekín, con estabilidad.

Zhao espera a ver cómo Clinton trata la creciente ambición nuclear potencial del régimen birmano.

"Siento que hay una ventana de oportunidad aquí, y también que es habitual que EEUU reclame su liderazgo en estos asuntos", afirma Zhao. "Ciertamente, a China no le interesa ver una Birmania nuclear".

 

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