Gamberro, irreverente y polémico. Así es Boris Johnson, el nuevo primer ministro de Reino Unido, quien asume el cargo con la clara misión de desbloquear el Brexit a cualquier precio, incluso sin acuerdo. Tanto en campaña como durante su discurso tras ganar la votación ante Jeremy Hunt este martes, Johnson ha asegurado que ejecutará el Brexit antes el 31 de octubre, la fecha límite impuesta por Bruselas tras la última prórroga concedida a Theresa May para dar tiempo a alcanzar un acuerdo.
Pero las perspectivas de una salida negociada para Boris Johnson son escasas, habida cuenta el escaso apoyo que tiene en su propio gabinete: Alan Duncan dimitía este lunes como secretario de Estado de Exteriores británico para América, Europa, Asia Central y la OTAN, solo 24 horas antes de la llegada de Boris Johnson al número 10 de Downing Street, sumándose a las renuncias anunciadas este fin de semana por otros dos pesos pesados del Gobierno como Philip Hammond y David Gauke
Anne Milton, ministra de Educación, se unía este martes al grupo de miembros del gabinete que abandonan el barco antes de zarpar al anunciar su dimisión a través de Twitter justo antes de que Johnson ganase la votación, aunque sin entrar en los motivos de fondo: "Habiéndome abstenido en la votación la semana pasada, hoy he dimitido en el Gobierno. Ha sido un honor servir a la bancada conservadora; mi agradecimiento a todos con los que he tenido el placer de trabajar".
Boris Johnson, o lo amas o lo odias
Boris Johnson es un político carismático para el público, con fama de bufón, pero que genera tanta veneración como rechazo entre las filas 'tories'. Conocido por su despeinado pelo rubio oxigenado (que recuerda al que luce el presidente de EEUU, Donald Trump), el controvertido dirigente ha pedido firmeza en el proceso de desconexión de la UE, que ha calificado como una apuesta "a todo o nada", lo que ha hecho temer que Reino Unido se encamine hacia una retirada sin pacto del bloque comunitario.
Con fama de histriónico y un sentido del humor que hace reír hasta a sus más exacerbados enemigos, Johnson genera pasiones y odios a partes iguales, entre los que lo ven como un político talentoso y capaz de reunir abrumadores apoyos entre el electorado y los que lo consideran populista e irresponsable. El ala dura del Partido Conservador, euroescéptica hasta la médula, ha arropado a este político que fue ministro de Exteriores bajo el mandato de May y dos veces alcalde de Londres.
Johnson es el prototípico conservador partidario de un Estado pequeño y de la mínima intervención estatal en los sectores de la sociedad. Pero, sobre todo, es un ferviente proBrexit que se ha enfrentado a la política del compromiso de May en las negociaciones con el bloque europeo, lo que le llevó a dimitir al frente del Ministerio de Asuntos Exteriores en julio del año pasado. Incluso ha recurrido a la mentira (lo ha reconocido después) en la campaña del Brexit para el referéndum de 2016 al decir que Reino Unido pagaba la UE casi 400 millones de euros a la semana.
De ascendencia otomana, periodista y acusado de racismo
Alexander Boris de Pfeffel Johnson nació el 19 de junio de 1964 en Nueva York, pero su familia regresó poco después al Reino Unido. Sus orígenes no son puramente británicos, ya que su bisabuelo por parte de padre fue un periodista llamado Ali Kemal que sirvió en el Gobierno de Ahmed Pasha, gran visir del Imperio Otomano.
Aunque se ha educado en los mejores colegios y tiene un acento inglés asociado a las clases privilegiadas, Johnson ha conseguido romper un poco esa imagen clasista para recibir el apoyo de los londinenses, que le mantuvieron como su alcalde entre 2008 y 2016. "Boris", como le llama todo el mundo y como le grita la gente en la calle cuando lo ven montando en bicicleta, fue alumno del colegio secundario de Eton y realizó Estudios Clásicos en el Balliol College de la Universidad inglesa de Oxford, antes de ser periodista.
Es, sobre todo, un político polémico y ha sido tachado de racista por hacer comentarios inapropiados, como cuando comparó a las mujeres que llevan 'burka' con buzones de correo o como cuando afirmó que Tony Blair -exprimer ministro laborista entre 1997 y 2007- había sido recibido en un viaje al Congo por "guerreros tribales" con sonrisas como "sandías". Más popular y carismático que David Cameron -exprimer ministro conservador entre 2010 y 2016-, Johnson fue periodista de medios conservadores como los diarios 'The Times' (fue despedido por inventarse una cita) y 'The Daily Telegraph'.
En 2001 entró en política al ser elegido diputado por Henley-on-Thames, un idílico pueblo a las afueras de Londres que es una de las circunscripciones más conservadoras de Inglaterra. Dada su popularidad, el Partido Conservador -que llevaba en la oposición desde 1997- vio rápido en Johnson una oportunidad y lo presentó como candidato 'tory' a la alcaldía de Londres en 2007, venciendo un año más tarde al laborista Ken Livingstone, y cuatro años después volvió a repetir mandato como primer edil.
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