Se mantiene en Downing Street

Boris Johnson supera la moción aunque recibe un duro castigo por el 'partygate'

El 'premier' consigue 211 votos a favor y 148 en contra de su dimisión, que refleja la pérdida de apoyos tras los escándalos de las fiestas y la debilidad de su gobierno, cada vez más fracturado. 

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Boris Johnson supera la moción aunque recibe un duro castigo por el 'partygate'. 
Tayfun Salci/ Europa Press

Boris Johnson esquiva la dimisión. El primer ministro británico logra superar la moción de censura interna planteada por los propios diputados de su partido, el Partido Conservador, con 211 votos a favor de Jonhson y 148 en contra. El 'premier' sobrevive así a la prueba de confianza a la que ha sido sometido por los diputados 'tories' descontentos con la gestión que ha hecho durante la crisis derivada del 'partygate'. Pese a ganar la votación que le mantiene en Downing Street, el resultado evidencia la pérdida de apoyos dentro de su propio partido, en el que casi la mitad van detrás de su caída y le dejan en una frágil posición de la que tendrá muy complicado salir. 

El propio Johnson afirmó cuando su antecesora, Theresa May, se sometió al escrutinio de su partido y logró un 63% de apoyo, que fue "un muy mal resultado, mucho peor de lo que parece". Ahora que el líder del Ejecutivo británico ha cosechado una victoria más baja que la de su antecesora, que recabó 226 votos a favor y acabó abandonando su cargo seis meses después, se encuentra en una encrucijada. Pese a ello, ha evitado hacer crítica y se ha limitado a calificar de "convincente" el resultado y que tiene intención de "seguir adelante" al frente del Ejecutivo. "Lo que debemos hacer ahora es unirnos, como gobierno y como partido", para "centrarnos en las cosas que creo que realmente le importan a la gente", ha dicho. 

Tras recibir este lunes por la mañana en Londres a su homóloga estonia, Kaja Kallas, para discutir  sobre el fortalecimiento de la OTAN en el marco de la cumbre que se celebra en Madrid a finales del mes de junio, Johnson se ha pasado la mayor parte del día intentando recabar los apoyos necesarios para salvar su puesto. Sin ir más lejos, Johnson ha irrumpido en el encuentro a puerta cerrada antes de la votación para dirigirles un discurso. Entre aplausos ha emplazado 'in extremis' al equipo a "no entrar en un debate infernal del Día de la Marmota sobre los beneficios de pertenecer al mercado único".

En particular, ha recordado a los miembros del Comité de 1922 la clara victoria que logró en las elecciones de diciembre de 2019 -cuando consiguió una mayoría absoluta que no registraban en décadas frente al líder laborista Jeremy Corbyn- y a no reabrir cuestiones cerradas hace dos años y medio, con su llegada al poder. "Ya sabéis la fuerza increíble que podemos ser cuando estamos unidos. Quienes están en esta sala lograron la mayor victoria conservadora en 40 años... bajo mi liderazgo", ha destacado.

Johnson ha remarcado la victoria que supuso el referéndum para la salida de la UE y ha prometido aprovechar las libertades del Brexit frente a la alternativa del Partido Laborista que "sencillamente no puede igualar este programa". Los laboristas "jamás habrían tomado las decisiones que ha tomado este gobierno para ayudar a los ucranianos. Jamás se habrían plantado frente a (Vladímir) Putin y ocho de sus diputados más importantes votaron a favor de deshacerse de nuestra capacidad de disuasión independiente", en referencia a los polémicos submarinos nucleares Trident. "Hubieran sido un auténtico desastre si hubieran gobernado", ha remachado.

Los aliados cercanos del jefe de Gobierno han tratado de matizar la derrota tras conocerse los resultados. Entre ellos se encuentran el ministro de Educación, Nadhim Zahawi, o la titular de Exteriores, Liz Truss, cuyo nombre ya figura en las quinielas como una de las principales aspirantes a suceder a Johnson si termina cayendo. "Le respaldo al 100%", ha asegurado. La fractura abierta por el escándalo de las fiestas ilegales en su domicilio oficial durante los peores momentos de la pandemia desangran su popularidad desde hace meses y comienzan a pasarle factura en sus propias filas, con una gran desconfianza hacia su papel como líder. 

El informe independiente elaborado por la alta funcionaria Sue Gray sobre las citadas celebraciones en el que se instaba a Johnson a asumir responsabilidades por las infracciones de las reglas antiCovid mientras la población sufría severos confinamientos, junto con los abucheos que recibió el primer ministro por parte del público en uno de los actos del Jubileo de Isabel II terminaron de minar la panciencia del ala conservadora más dura y ha desatado una división interna que le será muy complicado remontar. Todo apunta a que su renuncia es cuestión de tiempo. Además de May, tiene a Margaret Thatcher o John Mayor como precedentes. 

Entre la bancada crítica con el líder conservador, el diputado Roger Gale avanzó que se continuará oponiendo a Johnson como líder de la formación. "Creo que un primer ministro honrado miraría las cifras, aceptaría el hecho de que ha perdido el respaldo de una parte significativa de su partido y consideraría su futuro. Pero no creo que él vaya a hacerlo", agregó. Contra el jefe de Gobierno se han pronunciado diputados procedentes de todas las facciones del Partido Conservador, desde los más fervientes partidarios del Brexit hasta el ala más moderada, e incluso le han dado la espalda algunos de los parlamentarios que lograron su escaño por primera vez gracias a su empuje electoral de 2019.

Con una sociedad dividida, los mercados se han mantenido 'inmunes' a la inestabilidad política en la jornada de este lunes y el FTSE ha cerrado la sesión con unas ganancias del 1%, en línea con el resto de plazas europeas,  En el año, la tendencia es a favor del índice inglés, uno de los pocos selectivos que logra revalorizarse desde enero (+3%), solo superado por el PSI portugués en Europa. Los valores vinculados a las materias primas, que han visto disparados sus precios en los últimos meses, también lideran las subidas en el parqué inglés. 

Los mercados bursátiles han descontando desde el principio la continuidad de Johnson que se aferra a un poder cada día más lejos de ese liderazgo que logró conectar con el pueblo británico por su espontaneidad y su estilo provocador. Popularidad que se va erosionando con cada exclusiva que sale a la luz. Una encuesta publicada este lunes arroja que el 60% de la población de Reino Unido considera que Johnson debería haber sido destituido del cargo, según dos estudios elaborados por YouGov y ComRes.

El estudio de YouGov, elaborado a partir de 3.000 entrevistas, revela además que el 61% de los encuestados creen que el Gobierno no tiene las ideas y políticas adecuadas para afrontar la crisis del aumento de precios, mientras que el 27% consideran que los conservadores no deben destituir a Johnson, según recoge la agencia de noticias The Press Association. En cuanto al posible sucesor de Johnson, el 12% apoyan a Rishi Sunak; el 8% a Jeremy Hunt y el 6% a Liz Truss, aunque su nombre sea el que más suene en las quinielas. Johnson ha sobrevivido al golpe interno, aunque no parece que sea por mucho tiempo. 

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