La afamada Breaking Bad, que acaba de alzarse con el Globo de Oro a mejor serie dramática, puso punto y final hace varios meses. Entonces, la despedida de Walter White (Bryan Cranston) y Jesse Pinkman (Aaron Paul), parecía también el adiós definitivo de la metanfetamina azul.
Pero bien sabida es la obsesión casi enfermiza de algunos por la aclamada serie de Vince Gilligan. Y al igual que la atrocidad de Heisenberg no parecía tener límite, tampoco lo tiene la ficción.
Según los investigadores federales de Nuevo México, los distribuidores de drogas están vendiendo la metanfetamina teñida de color azul -que con tanto ahínco cocinaban Walt y jesse en la serie- en la región de Four Corners (Nuevo México).
Los productores de esta droga le daban un tinte de este color para, según explicó uno de los federales, distinguir o promocionar su producto.
Sin embargo, estos tintes que le están dando a la drogan pueden provocar trastornos más peligrosos en los consumidores, ya que, al contrario que ocurría en Breaking Bad, la metanfetamina azul no tiene un alto grado de pureza y los tintes están intoxicando a los consumidores.
Pese a todo, esta no es la primera vez que los trabajos de Walter White y Jesse Pinkman inspiran a los fabricantes de drogas sintéticas.
Las autoridades de Kansas City ya informaron en 2010 de la presencia de una droga muy similar. Y también en Canadá ocurrió lo mismo, donde la metanfetamina azul se vendía con un valor que rondaba los 300 millones de dólares.
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