Bristol, en guerra contra el "estúpido" plan de su alcalde para prohibir el diésel

  • La medida, que convertirá a la ciudad en la primera de Reino Unido en vetar el gasóleo, recibe feroces críticas de vecinos y dueños de negocios.
12. Bristol (Reino Unido)
12. Bristol (Reino Unido)
Pixabay

Acabar con los combustibles fósiles no es tarea fácil. A pesar de que la transición ecológica pasa por la adopción de un sistema de transportes que tienda a lo eléctrico, la dependencia de la gasolina y el diésel (y los aún altos precios de los vehículos 100% eléctricos) hace inviable a corto plazo este objetivo. Tampoco ayudan las políticas que revierten las restricciones al tráfico, como el caso del ayuntamiento madrileño del Partido Popular y Madrid Central... o las medidas ecológicas más radicales, como el reciente caso de Bristol y su decisión de prohibir el diésel en el centro de la ciudad para combatir la contaminación atmosférica: por increíble que parezca, una buena parte de sus ciudadanos se han puesto en pie de guerra contra su alcalde, Marvin Rees.

El martes, Bristol se convirtió oficialmente en la primera ciudad de Reino Unido en proponer la prohibición del diésel, que afectará a los vehículos de particulares que funcionan con gasoil en una zona central (al estilo de Madrid Central). El veto, que en principio se limitará a las horas diurnas, comenzará en 2021 después de que el ayuntamiento haya aprobado un ambicioso plan general para frenar la contaminación. Sin embargo, el plan ha generado numerosas reacciones en contra: desde varios vecinos de Bristol hasta dueños de negocios o visitantes a hospitales, tal y como relata la 'BBC'.

Y eso que a estas alturas ni siquiera se han explicitado los detalles concretos del plan, como el importe de las multas o las exenciones puntuales a las sanciones. Y, si bien algunas asociaciones ecologistas como la Alianza para el Aire Limpio en Bristol apoyan la medida porque contribuirá decisivamente a la reducción de la contaminación, hay una corriente que critica medida por el posible impacto que podría tener en las familias y en los pequeños negocios en el centro de la ciudad. Incluso hay quienes califican el plan de "estúpido".

También hay quienes consideran que la medida solo servirá para que la contaminación simplemente se traslade desde el centro de la ciudad a las zonas residenciales periféricas. Otras preocupaciones afectan a cómo afectará el plan ambiental al acceso a la Bristol Royal Infirmary y al Bristol Royal Children's Hospital, ambos ubicados justo en el límite con la zona vetada a los vehículos diésel. Sin embargo, ambos hospitales están ya en contacto con los impulsores de la medida y confían en que se puedan acordar exenciones a la prohibición de aquí a 2021 para que no haya interrupciones en la atención al paciente.

La marcha atrás de Madrid Central

La medida, que solo afecta a vehículos diésel y durante el día es menos restrictiva que Madrid Central, lo que no ha evitado que haya suscitado críticas similares a las que recibió el plan de Manuela Carmena antes de su implementación. El caso de Madrid resulta paradigmático porque supone un retroceso considerable en políticas ambientales por parte del nuevo consistorio de José Luis Martínez Almeida, a pesar de que durante los escasos meses que estuvo en funcionamiento Madrid Central demostró ser una medida efectiva para frenar la contaminación.

De hecho, el nuevo ayuntamiento aprobaba a finales de septiembre que los vehículos de alta ocupación (dos o más ocupantes) con etiqueta C (verde) tengan libre acceso a la zona de bajas emisiones de la ciudad de Madrid, durante la presentación de la estrategia de sostenibilidad 'Madrid 360'. Esto se pondrá en marcha "en cuanto se modifique la ordenanza de Movilidad el semestre que viene", según Martínez Almeida. Además, habrá rebajas de tarifa en los aparcamientos del distrito Centro. La etiqueta C agrupa los turismos y comerciales ligeros, clasificados en el Registro de Vehículos como gasolina EURO 4/IV, 5/V o 6/VI o diésel EURO 6/VI.

Diversas cámaras controlarán estos accesos y también habrá "controles aleatorios". Los vehículos sin distintivo (A) tendrán la entrada prohibida, y tanto los B como los C "sólo podrán estacionar en aparcamientos". Eso sí, a partir del 1 de enero de 2020 quedará prohibido el estacionamiento a vehículos A dentro de la almendra central salvo para los residentes de un mismo barrio, que no podrán aparcar en otro lugar que no sea su zona. Ya en enero de 2022 estará prohibido el acceso y la circulación dentro de la M-30 a todos los vehículos A de los que no son residentes en la ciudad. Un año más tarde, se incluirá la prohibición de la circulación para los vehículos A de no residentes de Madrid también en la M-30. Por otra parte, los comerciantes del distrito centro dentro "serán tratados como residentes" y el funcionamiento de permisos será similar al de "las antiguas APR".

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