La UE baraja no abrir sus fronteras para 50 países

Bruselas 'amenaza' con dar la puntilla al turismo con un veto a EEUU o Rusia

Europa sopesa vetar la llegada de viajeros procedentes también de Argentina, Brasil o México. El retraso en la apertura de las fronteras exteriores supondría un nuevo golpe para el sector en España.

Pasajeros en el aeropuerto
Nuevo golpe al turismo en España: veto europeo a EEUU, Rusia y Argentina
EFE

Europa sopesa vetar la llegada de viajeros y turistas procedentes de Estados Unidos, Argentina, Brasil, Rusia o México. El retraso en la apertura de las fronteras exteriores comunitarias, prevista inicialmente para el 1 de julio, supondría un nuevo golpe para el sector del turismo en España, al afectar a países 'emisores' con un notable peso en la industria turística nacional o también a socios históricos como los países latinoamericanos, con importantes comunidades de inmigrantes y descendientes.

España, la segunda potencia turística mundial por detrás de Francia, no sólo perderá millones de visitantes europeos este verano. Más de 3 millones de estadounidenses llegaron en 2019 y casi 1,5 millones de rusos. El temor a posibles contagios de coronavirus y la incertidumbre para viajar a lo largo del continente, en el que las fronteras han permanecido cerradas hasta hace apenas unos días, ha hundido la cifra de llegadas de europeos a España. Ahora, el posible veto de la UE a medio centenar de países extranjeros amenaza con propinar otro golpe devastador a la hostelería, la industria hotelera y todo el sector servicios.

El veto que prepara Bruselas a países como Argentina, Chile, Perú y Brasil no solo amplía la brecha entre la UE y el presidente brasileño Jair Bolsonaro, enfrentado con el viejo continente por sus políticas medioambientales, comerciales o sociales. Basta con ver las cifras para comprender la magnitud del golpe: más de 700.000 argentinos, medio millón de brasileños y 600.000 mexicanos visitaron España en 2019.

Además, el veto europeo implicaría reciprocidad, por lo que no será posible viajar a los países latinoamericanos señalados por la UE. La argentina es la tercera comunidad latinoamericana más numerosa en España tras la colombiana y la ecuatoriana. 300.000 argentinos, 200.000 peruanos o más de 100.000 brasileños que viven actualmente en España no podrían recibir a sus familiares este verano.

El 'turismo de lujo' y la costa andaluza 

Entre los afectados por la lista europea también estaría Arabia Saudí, un nicho del 'turismo de lujo' con un peso especial en la costa andaluza o levantina, pero con una ratio de 120 nuevos contagios por 100.000 habitantes, números inaceptables tanto para Bruselas como para el resto de capitales europeas, también se ha quedado fuera. En 2019 apenas llegaron 90.000 turistas de ese país aunque los datos del INE y el ICEX muestran que en los últimos años el crecimiento interanual ronda el 20%.

Bruselas y los 27 gobiernos comunitarios llevan semanas discutiendo cómo abrir sus fronteras exteriores al mundo sin asumir un riesgo excesivo de importar contagios. Varios criterios regularán la llegada de viajeros extranjeros y el principal será que su situación epidemiológica y el factor de reproducción del virus sea similar al europeo. La media entre los socios comunitarios no alcanza a los 20 casos por cada 100.000 habitantes.

Estados Unidos, Rusia, Brasil, México o Argentina no cumplen este criterio. Tampoco ayudan las declaraciones del presidente estadounidense, Donald Trump, asegurando que realizar "menos test" en el país significarían una caída en la tasa de contagios: la capacidad y extensión de los controles, y su veracidad, es otro de los factores que la UE tendrá en cuenta.

La reciprocidad entre el tercer país y los de la UE es un tercer criterio y aquí los diplomáticos europeos se encuentran un importante escollo que deberán salvar. China finalmente ha pasado el examen y los viajeros procedentes del gigante asiático no estarían en la 'lista negra', aunque cientos de españoles y europeos residentes en China están teniendo dificultades para volver a sus casas y puestos de trabajos tras pasar los meses de pandemia en el viejo continente. 

La lista de cincuenta países vetados a partir del 1 de julio mantendría, salvo contadas excepciones, aislada a Europa del turismo extranjero, como una isla confinada en pos de la salud de sus habitantes. Y es un duro golpe para el sector en España, que aporto más de 180.000 millones de euros a la economía el año pasado en gran parte por el elevado consumo de los viajeros extranjeros, y aquí habría que incluir a los europeos, que se ‘dejaron’ cerca de 90.000 millones durante sus viajes a España. La contribución total de turismo es del 13% del PIB.

De materializarse, el veto supondrá la puntilla al año ‘anus horríbilis’ que está viviendo el sector. Desde enero, cuando aparecieron las primeras señales de alarma en China por un virus desconocido que provocaba neumonías mortales, las comunidades autónomas líderes en llegadas de turistas extranjeros comenzaron a experimentar un desplome histórico en las cifras de visitantes.

A principios de año, Canarias recibió a más de un millón de viajeros extranjeros, incluidos europeos, Cataluña se acercaba a los 900.000 y la Comunidad Valenciana al medio millón, según datos oficiales. En marzo las llegadas se habían reducido a la mitad en estos tres destinos principales y ya en abril, con el cierre total de las fronteras por mar, tierra y aire, tocaron suelo.

Con julio a la vuelta de la esquina, España y Europa fían todo al control del Covid-19 en el continente para que el turismo doméstico maquille ligeramente las enormes pérdidas que sufrirá el sector. España, junto con Francia e Italia, figura entre los más perjudicados.

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