Los buzos de la Policía alemana detonaron en la ciudad alemana de Fráncfort, en aguas del río Meno, una bomba estadounidense de 250 kilogramos de la II Guerra Mundial, detectada el martes pasado durante unas prácticas de buceo de los bomberos.
La explosión originó una enorme fuente de agua de más de 30 metros de altura, además de un estruendo. Inicialmente, los artificieros tenían previsto neutralizar el detonador bajo el agua con una carga explosiva, aunque en el intento la bomba explotó, posibilidad para la que los expertos estaban preparados de antemano.
Para la detonación de la bomba, que contenía todavía 120 kilogramos de material explosivo, fue trasladada desde el lugar del hallazgo, cerca del Alte Brücke (Puente Viejo), y sumergida en aguas más profundas. La detonación obligó a evacuar por seguridad a unas 600 personas.
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