California en estado de emergencia por culpa del fuego y la hepatitis A

  • Fin de semana negro el que sufre California, otra vez golpeada sin piedad por el fuego, que provoca decenas de muertos y un brote de hepatitis.
Incendios en California
Incendios en California
EFE

Al menos 35 personas han muerto y otras 100.000 han sido evacuadas debido a más de una veintena de incendios forestales que continúan avanzando por el estado de California, en el oeste de Estados Unidos.

Varios de los fallecidos han aparecido en la ciudad vinícola de Santa Rosa, pero el número probablemente aumentará en las próximas horas, según han informado fuentes del Departamento de Bomberos a la cadena estadounidense CNN, ya que solo en el condado de Sonoma se recibieron más de 240 informes de personas desaparecidas de las que solo se ha encontrado a 57 con vida.

En su cuenta de la red social Twitter, el Departamento Forestal y de Protección contra Incendios avisó de nuevas ordenes de evacuación para los barrios del noreste de Santa Rosa, una ciudad de 175.000 habitantes que se encuentra a unos 80 kilómetros de San Francisco.

Dos de los condados más dañados son los de Napa y Sonoma, el corazón del vino que hace famosa a California (oeste) y donde el fuego ha convertido en cenizas restaurantes, viñedos, bodegas, albergues y hasta hoteles de lujo donde los turistas se alojaban en sus recorridos por la zona. Continúan activos 15 focos, una cifra menor que la de los últimos días debido a que los fuegos han ido uniéndose y ahora se combaten como un único incidente.

5.000 residentes obligados a dejar sus casas

El fuego ha devastado unas 89.700 hectáreas y destruido unas 3.500 construcciones. Aunque no se ha determinado completamente la causa de los incendios, se cree que fueron provocados por líneas eléctricas derribadas por fuertes vientos.

El gobernador de California, Jerry Brown, ha declarado el estado de emergencia para los condados de Napa, Sonoma --donde se han hallado 18 cuerpos-- y Yuba debido a la amenaza que suponen los incendios para "miles de hogares".

En la región del valle de Napa más de 5.000 residentes se han visto obligados a abandonar sus hogares. "Estamos trabajando muy duro. Los efectivos han salido para reforzar principalmente las zonas del sur del estado como precaución de cara a los fuertes vientos", ha explicado el subjefe del Departamento de Protección contra Incendios de California Bret Gouvea.

Asimismo, ha informado de que al menos 8.000 bomberos se encuentran desplegados en diferentes puntos del estado en un intento por sofocar las llamas. Las autoridades también han enviado una treintena de aviones cisternas y 73 helicópteros a las áreas más afectadas.

Los incendios "han dañado y siguen amenazando las infraestructuras y han provocado el cierre de las principales autopistas y carreteras locales", ha indicado Brown.

El clima extremo no ayuda

El gobernador ha manifestado además que las "condiciones climáticas extremas, como los fuertes vientos, han favorecido la capacidad de propagación del fuego".

"Es una situación muy seria, está avanzando de forma muy rápida. El calor, la falta de humedad y los vientos están provocando una situación muy peligrosa", ha explicado Brown durante una rueda en prensa en la que ha insistido en que "el fuego no se encuentra aún bajo control". No solo eso el gobernador ha reconocido que estos incendios son de los "peores" que ha sufrido el estado tanto en términos de víctimas mortales como de daños materiales.

Los incendios comenzaron el domingo sobre las 22.00 y se han propagado gracias a los fuertes vientos que arrecian la zona. Las causas continúan siendo investigadas por las fuerzas de seguridad, según ha explicado la subdirectora del Departamento Forestal y Protección contra Incendios, Janet Upton.

En los últimos años, California ha sufrido varios incendios con consecuencias graves, como el de 2003 en Cedar, en el condado de San Diego, que destruyó más de 2.800 hogares.

En 2007, otro fuego, también en el condado de San Diego, destruyó 1.600 hogares.

Los dos ocurrieron en octubre, mes que suele concentrar los incendios en California debido a los conocidos como "vientos del diablo", unas ráfagas de aire que, junto a las altas temperaturas y la sequedad de la maleza, permiten la expansión rápida del fuego

Estado de emergencia por la hepatitis A

El fuego no es el único problema. El gobernador del estado de California, Jerry Brown, ha declarado este viernes el estado de emergencia debido a un brote de hepatitis A que ha dejado al menos 18 muertos, según ha informado el diario 'Los Angeles Times'.

La medida permite a las autoridades sanitarias de California comprar dosis adicionales de vacunas para detener el brote, que ya se ha convertido en el más mortífero de las últimas dos décadas.

"Tenemos la capacidad de usar tantas vacunas como podamos adquirir", ha aseverado el epidemiólogo Gil Chavez, que trabaja para el Departamento de Sanidad en el estado de California.

Este brote fue detectado en una comunidad de San Diego el año pasado. Desde entonces, se ha extendido a los condados de Los Ángeles y Santa Cruz.

Hasta el momento han sido registrados 581 enfermos de hepatitis A, de los cuales más de la mitad han tenido que ser hospitalizados. Se trata de una enfermedad infecciosa particularmente peligrosa, que puede provocar incluso la muerte, especialmente para aquellas personas que ya parezcan de hepatitis B o C.

Las autoridades sanitarias indicaron la semana pasada que, a pesar de las medidas puestas en marcha para frenar el avance de la enfermedad, el brote podría alargarse durante años.

"Vacunar a las personas en riesgo de contraerla es la forma más efectiva de hacerle frente a la hepatitis A", ha aseverado el director del Departamento de Sanidad de California Karen Smith.

Generalmente la hepatitis A se transmite por vía orofecal debido a la ingesta de partículas contaminadas. El mayor brote que se ha registrado en Estados Unidos hasta la fecha tuvo lugar en 2003 en el estado de Pensilvania, donde 900 personas resultaron infectadas tras comer cebolletas en un restaurante.

El brote de California se está propagando principalmente de persona en persona, especialmente en la comunidad de personas sin techo. Las autoridades han distribuido 81.000 dosis esta año.

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