"Que no quede ni una cámara de vigilancia en Berlín el 19 de febrero". Esa es la única regla de 'CamOver 2013' un supuesto juego promovido por activistas y grupos antisistema alemanes y que consiste en destruir cuantas más cámaras de circuito cerrado (CCTV) sea posible para que cuando los asistentes lleguen al decimosexto Congreso Policial Europeo de la capital germana las fuerzas de seguridad estén a ciegas.
Para participar hay que formar un grupo autónomo de acción y bautizarlo con un nombre que empiece por 'Célula', 'Comando' o 'Brigada' y que termine "con el nombre de un personaje histórico molón", según explica la web de la iniciativa camover.blogsport.de.
A partir de ahí, cualquier método es bueno para acabar con las cámaras, desde arrancarlas de cuajo con una cuerda y un garfio hasta destrozarlas a martillazos, como muestran los promotores del 'juego' en un vídeo colgado en YouTube y que cuenta con varios miles de visitas.
"Si tienes fotos, vídeos u otra prueba de la destrucción de las cámaras, te llevas puntos extra", asegura la web de la iniciativa CAMOVER.blogsport.de, que asegura que quienes logren una puntuación más alta "podrán caminar en primera línea en la manifestación" que se celebrará para protestar contra la cumbre policial.
Al encuentro se la que se prevé que acudan más de 1.600 participantes de hasta 50 países entre miembros de los cuerpos de seguridad, expertos, políticos y empresarios del sector de la tecnología de aplicación policial.
Los promotores del 'CamOver 2013' consideran que el congreso no es más que "una feria para la comercialización de material represivo como armas o equipamiento policial de vigilancia masiva para controlar la enorme cantidad de datos que han surgido en la era de Internet". A las reuniones de los últimos años les han acompañado no solo manifestaciones sino también ataques físicos contra infraestructuras policiales.
'Gran Hermano' policial
En 2008, el Parlamento alemán aprobó una nueva ley para la Oficina alemana de Investigación Criminal (BKA), que otorga a este cuerpo competencias en la lucha antiterrorista y potestad para realizar escuchas, vigilancia con cámaras de vídeo y espionaje de ordenadores privados.
Además, esa normativa permitió a la BKA, un cuerpo formado por 5.500 agentes, convertirse en una división autorizada para asumir funciones consideradas preventivas, como la vigilancia y control de la información manejada desde ordenadores caseros, así como escuchas a domicilios de sospechosos.
Cada vez más cámaras
La proliferación de los sistemas de vigilancia de circuito cerrado se ha disparado en los últimos años. En ciudades como Nueva York o Londres casi nada se escapa al ojo electrónico de las cámaras. En la capital británica se calcula que actualmente hay funcionando cerca de medio millón de estos artilugios.
Un estudio realizado en 2011 y publicado por el diario 'Daily Mail' aseguraba que en todo el Reino Unido hay casi dos millones de cámaras de videovigilancia, lo que supone una por cada 32 ciudadanos aproximadamente.
En Pekín, a finales de 2009 ya había instaladas 470.000 cámaras, mientras que México ha sido la última gran capital en sumarse a la fiebre por la seguridad con la inauguración del centro de vigilancia remota de la ciudad que conecta 11.000 cámaras, lo que supone el control de 13.000 imágenes por segundo en toda la ciudad visionadas en 180 pantallas.
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