Canarias registra 500 nuevos casos de tuberculosis cada año

  • El 24 de marzo se celebra el Día Mundial de la Tuberculosis bajo el lema 'Yo puedo frenar la tuberculosis'

El 24 de marzo se celebra el Día Mundial de la Tuberculosis bajo el lema 'Yo puedo frenar la tuberculosis' LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 18 (EUROPA PRESS) Canarias registra cada año 500 nuevos casos de tuberculosis, enfermedad que continúa siendo un "gran problema mundial" de salud pública, con cerca de 9 millones de casos nuevos y más de un millón y medio de muertos cada año. Así lo manifestaron hoy el neumólogo experto en tuberculosis del Hospital de Gran Canaria Doctor Negrín, José Antonio Caminero, y el jefe del servicio de Neumología del Hospital Insular de Gran Canaria, Juan Carlos Rodríguez, en una rueda de prensa en la capital grancanaria con motivo del Día Mundial de la Tuberculosis celebrada en el Colegio de Médicos de Las Palmas. Según estos neumólogos, ahora "se necesita un mayor compromiso de los gobiernos para luchar contra la tuberculosis en sus países". También se requiere un mayor compromiso a nivel personal ya que, según el lema de la OMS, 'Yo puedo frenar la tuberculosis'. Caminero hizo hincapié en la necesidad de que los países donantes "financien la atención y la investigación de nuevas medicinas, nuevos diagnósticos y nuevas vacunas". Según este neumólogo del Negrín, se sabe con certeza que si "los países con alta carga de Tuberculosis implementan el Plan Mundial Para Detener la Tuberculosis 2006-2015, que establece las pautas para confrontar la enfermedad durante los próximos 8 años, pueden obtener una rentabilidad promedio de hasta 10 veces lo invertido en diagnóstico y tratamiento". Por otro lado se sabe que "enfrentarse a la enfermedad también contribuye a la disminución de la pobreza". Al entender de Caminero, la tuberculosis es "una enfermedad olvidada, ya que afecta a los más pobres, es decir, a los países subdesarrollados y a las zonas más precarias de los desarrollados". Las demandas de los expertos pasan por la necesidad de recursos ya que "nunca se vencerá a la tuberculosis sin nuevos y más efectivos métodos de diagnóstico, medicamentos y vacunas". El método de diagnóstico más usado hoy en día, la baciloscopia de esputo, tiene más de 100 años de antigüedad y, además, carece de sensibilidad". Los medicamentos usados actualmente tienen más de 40 años y deben ser tomados entre 6 y 9 meses. De manera similar, la vacuna antituberculosa vigente tiene más de 85 años de antigüedad y provee alguna protección contra formas graves en niños, pero no protege contra la tuberculosis pulmonar. Por ello, los expertos creen que se necesitan urgentemente vacunas de TB que sean efectivas y prevengan la TB en personas de todas las edades, métodos de diagnóstico de TB más precisos y rápidos y regimenes de tratamiento más simples y cortos para tratar todas las formas de TB.AVANCE EN LA LUCHA CONTRA LA TUBERCULOSIS A escala mundial, la incidencia de la tuberculosis por 100.000 habitantes está disminuyendo lentamente (-0,6% entre 2005 y 2006), tras haber alcanzado un máximo en torno a 2003. En 2006, la incidencia era aproximadamente estable en Europa y disminuía lentamente en todas las demás regiones de la OMS (desde el 0,5% entre 2005 y 2006 en Asia Sudoriental hasta el 3,2% entre 2005 y 2006 en América). El objetivo de detener e invertir la incidencia de la tuberculosis se conseguirá bastante antes de la meta fijada para 2015 si se mantiene la tendencia mundial, según los especialistas. Las tasas de prevalencia y de mortalidad están disminuyendo, y más deprisa que la incidencia de la tuberculosis. A escala mundial, las tasas de prevalencia cayeron en un 2,8% entre 2005 y 2006, hasta 219 por 100 000 habitantes (en comparación con la meta de 147 por 100 000 habitantes en 2015). Por su parte, las tasas de mortalidad se redujeron en un 2,6% entre 2005 y 2006, hasta 25 por 100 000 habitantes (en comparación con la meta de 14 por 100 000 habitantes en 2015). Estas estimaciones y metas incluyen casos y muertes en personas VIH-positivas. Si se mantienen las tendencias de las tasas de prevalencia y de mortalidad de los últimos cinco años, las metas de la Alianza Alto a la Tuberculosis de reducir a la mitad esas tasas antes de 2015 en relación con las cifras de 1990 podrían conseguirse en Asia Sudoriental, el Pacífico Occidental y el Mediterráneo Oriental, así como en América. No es probable, sin embargo, que se alcancen las metas a escala mundial, dado que África y Europa se encuentran alejadas de ellas. Por ejemplo, en África se estima una tasa de mortalidad de 83 por 100.000 habitantes en 2006, frente a la meta de 21 prevista para la región. Mientras que los programas DOTS están reduciendo las tasas de mortalidad y de prevalencia, un nuevo análisis ecológico sugiere que aún no han ejercido un efecto importante en la transmisión de la tuberculosis ni en las tendencias de su incidencia en todo el mundo. Si esto es así, según los expertos, el reto consiste en demostrar que el diagnóstico de la tuberculosis activa puede hacerse con antelación suficiente, y que las tasas de éxito terapéutico pueden ser lo bastante altas como para tener un impacto considerable en la incidencia a una escala geográfica importante. Cuanto mayor sea el impacto del control de la tuberculosis en la incidencia, más probabilidad habrá de que las tasas de prevalencia y de mortalidad sean reducidas a la mitad antes del plazo de 2015 fijado en el ODM, concluyen.

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