El Cártel de 'Las Flacas'... parecen modelos, pero son las nuevas sicarias que asolan México

  • Son mujeres delgadas, esbeltas y que utilizan su belleza y armas de seducción para atraer 'blancos' de bandas del crimen organizado. Matan por dinero... y también por adrenalina.

    Operan principalmente en los estados de Tamaulipas, Chihuahua, Sonora y Sinaloa. Ex policías, amantes fugaces de grandes narcos y adolescentes que son reclutadas de poblaciones rurales, su estructura es bastante heterogénea.

Verónica Mireya Moreno Carreón, ex policía, una de las líderes históricas de 'Las Flacas'.
Verónica Mireya Moreno Carreón, ex policía, una de las líderes históricas de 'Las Flacas'.
D.C.

Son jóvenes, esbeltas y atractivas. A juzgar por sus rasgos, cuerpos sugerentes y forma de vestir, parecen modelos, usan cadenas y colgantes de oro...pero también chalecos antibalas debajo de sus prendas. En 2015, el cadáver de Joselyn Alejandra Niño fue hallado diseccionado entre hileras de cerveza de un camión abandonado en el párking de la ciudad mexicana de Matamoros. Junto a ese cuerpo, en un refrigerador se encontraban los restos mutilados de otra joven. Al margen de la atrocidad y el esperpento de estos crímenes, la sociedad mexicana no se sobresaltó más que en otros tantos casos de asesinatos y muertes violentas que asolaban el país de manera corriente (y que lo siguen haciendo).

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Sin embargo, detrás de ese hecho, comenzaron a insinuarse los primeros indicios de un nuevo cártel de sicarios mexicano... era el de 'Las Flacas'. Según descubrieron los investigadores, Joselyn 'trabajaba' para el grupo delictivos Los Ciclones. Un bando rival, el de los 'Metro', la había aniquilado. En realidad, la mujer pertenecía al cártel de 'Las Flacas'.

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¿De quiénes se trata? Son un grupo integrado por féminas, que han sido compañeras sentimentales fugaces o amantes de grandes narcos, y que -una vez finalizadas sus relaciones, por el motivo que fuere- no han querido apartarse del mundo del hampa.

Lo que en realidad buscan es seguir manteniendo el poder y la adrenalina como un brazo más del crimen organizado mexicano. Y lo más escalofriante es que 'trabajan' por encargo para secuestrar, degollar o asesinar al 'objetivo' de quien las contrata. Sicarias en toda regla, detrás de sus rostros a veces inocentes o angelicales, se esconden personas despiadadas, que no reparan ni un ápice en la vida de alguien a quienes ordenan matar.

Desde 2007, cuando el ex presidente mexicano Felipe Calderón intensificó la guerra contra las drogas, ha habido un crecimiento fenomenal en el país latinoamericano de asesinas 'a sueldo', que a menudo pueden operar más sigilosamente que sus homólogos masculinos, advirtió en su momento Andrew Chesnut, profesor de Estudios Religiosos de la Universidad de Virginia, en Estados Unidos, según destaca infobae.com.

Allí radica otro de los secretos por los cuales estas chicas son utilizadas para matar sin reparos, a cambio de dinero: su poder de seducción, sus 'armas' de mujer y sus mecanismos y señuelos son claves para no levantar tantas sospechas como los hombres a la hora de atraer 'víctimas' bajo sus garras.

Su look, según los investigadores mexicanos que siguen tras sus pasos, es generalmente el mismo: usan el cabello peinado hacia atrás y llevan lentes de sol sobre su cabeza, y nadie por las calles podría reconocerlas como integrantes de los cárteles más sangrientos. 'Las Flacas' operan principalmente en estados del Norte mexicano como Tamaulipas, Chihuahua, Sonora y Sinaloa. Son discretas, pueden llegar a ser invitadas a reuniones de la alta sociedad mexicana y -a la hora de actuar- también son meticulosas e implacables, letales y frías.

Dentro del conglomerado de su estructura, otra de los líderes del cártel era hasta hace poco más de un año una ex oficial de policía del estado de Nuevo León, Verónica Mireya Moreno Carreón, quien en verdad trabajaba de manera encubierta para el Cártel de Los Zetas y que fue arrestada por marinos mientras conducía un automóvil robado.

También asoma el nombre de Nancy Manriquez Quintanar, ahora detenida, a la que se le atribuye haber participado en -al menos- una docena de asesinatos. A pesar del descabezamiento de la cúpula, 'Las Flacas' siguen activas. Algunas de ellas son reclutadas de las cárceles, tras recuperar su libertad, por su apariencia de 'niñas buenas'. Otras provienen de pequeños municipios rurales y ya, desde su adolescencia, los criminales las tientan para saltar de una vida módica y empobrecida a la de lujos, derroches... y también enormes riesgos.

En sus manos delicadas, con uñas de manicuras, pueden portar tranquilamente rifles de asalto M4 modificados. Su peligro en la actualidad es tal que hasta han llamado la atención a medios internacionales, como The Daily Beast, quien dedicó amplios reportajes sobre la estructura de 'Las Flacas'.

"La historia de Las Flacas nos hace reflexionar, que quien vive por la espada, muere por la espada, que se cosecha lo que se siembra. Pero eso es tan cierto como que otras jóvenes sicarias tomarán el apodo de 'La Flaca para seguir operando", manifestó el periodista de ese medio Michael Daly, al investigar este nuevo cártel de sicarias. Ojalá que su premonición no se cumpla.

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