China amenaza con un telón de acero tecnológico al declararse autosuficiente

No solo China: la IA para vigilar a los ciudadanos ya está presente en 75 países
No solo China: la IA para vigilar a los ciudadanos ya está presente en 75 países
China © Gorodenkoff

Hoy en día, uno de los grandes focos de desigualdad en el mundo es la conocida como brecha tecnológica: la falta de acceso a internet y a nuevas tecnologías provoca que las sociedades más pobres se estanquen y aumente aún más la distancia en términos de riqueza y calidad de vida con los países punteros. Por eso, mientras Europa se prepara para implantar la mayor red 5G del planeta, en la mayoría de África internet es un servicio precario que sufre apagones misteriosamente en cuanto hay protestas. Las dos velocidades de la tecnología acentúan esa desigualdad en el mundo y, por eso, preocupa (y mucho) que China haya tomado la decisión de prescindir en sus instituciones de cualquier dispositivo de origen extranjero de cara a 2022... y que suponga un telón de acero tecnológico que divida definitivamente el planeta en dos.

China ordenaba el lunes pasado retirar en el plazo de tres años cualquier dispositivo informático y software extranjero de oficinas gubernamentales e instituciones públicas en ese país. La directriz adoptada por Pekín asestará probablemente un varapalo a empresas multinacionales de Estados Unidos, como HP, Microsoft o Dell, trasladando el conflicto comercial que actualmente libran ambos países al ámbito tecnológico.

Un movimiento en respuesta al veto de Trump a empresas chinas como Huawei en EEUU y que hará necesario reemplazar entre 20 y 30 millones de piezas de hardware procedentes de otros países, un trabajo que dará comienzo a principios de 2020. Según el 'Financial Times', un 30% de esas sustituciones se llevará a cabo el próximo año, un 50% en 2021 y otro 20% en 2022. Sin embargo, sustituir todos los dispositivos extranjeros ajustándose al calendario marcado de tres años planteará retos, pues muchos de esos productos fueron desarrollados para sistemas operativos de EEUU, como Windows para Microsoft.

El 5G, el campo de batalla del futuro

Pero, sin duda, detrás de este movimiento se encuentra el ansia de liderazgo de China en el 5G, el campo de batalla del futuro en todo el planeta. Este mismo miércoles, el presidente del gigante tecnológico chino Huawei, Ren Zhengfei, aseguraba la red 5G que su empresa instalará en España "va a ser la mejor de Europa" y un modelo para todo el continente. "Tenemos la convicción de que la red 5G de España va a ser la mejor de Europa, va a ser un ejemplo para todo el viejo continente", afirmaba, al tiempo que señalaba que Telefónica "cuenta con todo su respaldo" para el despliegue de la red 5G de Huawei en toda Latinoamérica.

Una declaración que contrasta con el evidente paso atrás de las instituciones españolas en los últimos tiempos, como por ejemplo la prohibición del Ministerio de Defensa de conectarse desde 'smartphones' o 'tablets' de la marca Huawei a las redes y plataformas del Sistema de Información de Defensa -cuya coordinación depende del Centro de Sistemas y Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (CESTIC) y en última instancia del Estado Mayor-, en la que se especifica asimismo que estas restricciones deberán aplicarse también a los accesos al correo corporativo desde dispositivos del fabricante chino.

"No creo que España esté perdiendo su confianza en la tecnología de Huawei", aseguraba Ren, cuestionado al respecto este miércoles. Especialmente, porque España será uno de los países clave en la implantación de una red 5G integral que permita una transformación digital sin precedentes en nuestras sociedades: desde el IoT (el internet de las cosas), hasta una IA más avanzada, mayor dependencia del 'cloud' y un mayor uso de la tecnología blockchain para garantizar la seguridad y privacidad de las personas en la era digital... todo ello pasa por el 5G y China lleva la delantera en este campo.

Cabe recordar que Pekín anunciaba a mediados de noviembre la creación de un equipo de trabajo enfocado a investigar y desarrollar las redes de sexta generación (6G) tan solo unos días después del lanzamiento comercial del 5G en el país: la fecha prevista para el comienzo formal del I+D del 6G es 2020 y el año de comercialización marcado por las autoridades es 2030. El problema es que si EEUU y el resto del mundo no logran trabajar en paralelo al desarrollo tecnológico de China, la citada brecha tecnológica se agrandará. Y, probablemente, la guerra comercial en ciernes se transformará en una guerra fría tecnológica, quién sabe si con proyectos secretos y espías.

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