Suben los casos confirmados

Límite cuarenta días: China acelera para encontrar la vacuna del virus de Wuhan

El coronavirus de Wuhan aislado por los científicos chinos. /CDC
El coronavirus de Wuhan aislado por los científicos chinos. /CDC

Crece la preocupación a escala global sobre el nuevo virus potencialmente mortal que está detrás de la epidemia de rápida propagación surgida en la región china de Wuhan.  El número de personas fallecidas o infectadas a causa de la neumonía provocada por el coronavirus está aumentando rápidamente, a pesar de las cuarentenas impuestas por Pekín a millones de personas y el resto de medidas adoptadas para tratar de frenar su expansión.

Llegamos tarde, el virus -bautizado provisionalmente como 2019-nCoV por la OMS-, ha sido llevado por viajeros a otros países, y ha comenzado a dar la cara en Europa, tras alcanzar Estados Unidos e incluso Australia. 

Un origen incierto

El virus es zoonótico , lo que significa que puede transmitirse de animales a humanos. En un principio, los expertos pensaron que algunas personas en Wuhan probablemente lo contrajeron de las serpientes a la venta en un mercado callejero, donde la carne se vende junto con animales vivos, a menudo en condiciones sanitarias muy deficientes.

Sin embargo, un nuevo informe de un grupo de científicos chinos, publicado en la revista médica The Lancet, desafía esa hipótesis, sugiriendo que podría haberse originado en otro lugar antes de ingresar al tristemente famoso mercado de Huanan.

Esa investigación detectó que, en los casos de las primeras 41 personas hospitalizadas con el coronavirus, los científicos descubrieron que 13 no tenían vínculo alguno con el mercado, incluido el primer caso que hizo saltar las alarmas el 1 de diciembre, según informó Science .

Las incógnitas

El coronavirus de Wuhan es un virus físicamente grande, en términos relativos, unos 125 nanómetros. Demasiado grande para sobrevivir o permanecer suspendido en el aire durante horas o viajar más de unos pocos metros.

Al igual que la gripe, el 2019-nCoV se propaga a través del contacto directo e indirecto. El contacto directo ocurre a través de la transferencia física del microorganismo entre amigos y familiares a través de secreciones orales. El contacto indirecto se produce cuando una persona infectada tose o estornuda, esparciendo gotitas de coronavirus en las superficies cercanas, desde encimeras a móviles.

Al igual que con el SARS, las gotitas generadas en procedimientos médicos como la broncoscopia se pueden aerosolizar, infectando a múltiples miembros del personal médico y permitiendo la temida 'superdifusión'. La higiene de las manos y las barreras de protección personal (batas, guantes, máscaras y gafas) reducen la transmisión.

Por ahora se desconoce el período de incubación, pero actualmente se estima que está aproximadamente entre uno y 14 días. El principal problema es que, a diferencia del SARS, todo apunta a que el coronavirus de Wuhan se transmite cuando aun no se han manifestado los síntomas.

¿Una vacuna?

El Gobierno de Xi Jinping, acosado por las acusaciones de secretismo y los errores a la hora de comunicar la alerta sanitaria, tratan ahora de poner remedio con la consecución de una vacuna en tiempo récord. 

El Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) anunció el domingo que sus investigadores habían logrado aislar el virus y estaban seleccionando una cepa, algo que no casa con los plazos que ofrecen especialistas como el director científico de Johnson & Johnson, Paul Stoffels, que cifró en varios meses el plazo necesario para crear una vacuna, que podría tardar un año en llegar al mercado.

Los investigadores chinos, según la información facilitada, habrían usado una secuenciación genética de alto rendimiento para identificar los patógenos solo un día después de recibir las primeras cuatro muestras, enviadas desde Wuhan el pasado 2 de enero. Toda la información obtenida y el modo de contactar con el equipo que trabaja en la vacuna ha sido puesto a disposición de cualquier científico.

Los científicos están comenzando la carrera para dar con la vacuna, pero su tarea se beneficiará tanto del trabajo que se ha realizado en virus estrechamente relacionados, como el SARS y MERS. El equipo que trabaja para desarrollar la vacuna ha asegurado este martes que espera poder comenzar las pruebas en menos de 40 días, según la agencia Xinhua.

En el proyecto participan el Hospital Oriental de Shanghái -dependiente de la Universidad Tongji- y la compañía shanghainesa de biotecnología Stemirna Therapeutics. El consejero delegado de esta empresa, Li Hangwen, asegura que en 40 días lograrán tener las muestras de la vacuna gracias a los avances tecnológicos sobre el ARNm (ARN mensajero).

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