"El fracaso colectivo era predecible"

Cómo pueden los políticos evitar futuras pandemias... según los científicos

Investigadores de distintas instituciones repasan la gestión de la crisis y proponen medidas, divididas en seis áreas, para mejorar la respuesta en esta y futuras pandemias.

Brasil coronavirus
Brasil coronavirus
Europa Press

El "fracaso colectivo" de los gobiernos en el control de la propagación global del SARS-CoV-2 es "decepcionante pero predecible", señala un grupo científicos, para los que la complacencia, combinada con más de un decenio de recortes en salud, pilló desprevenidos a los gobiernos cuando apareció la Covid-19. En un texto publicado en la revista 'Nature Medicine', investigadores de distintas instituciones del mundo, entre ellas el ISGlobal de Barcelona, repasan la gestión de la crisis y proponen medidas, divididas en seis áreas, para mejorar la respuesta en esta y futuras pandemias. "Ante la creciente amenaza de esta epidemia, las naciones del mundo tenían que unir sus fuerzas y luchar juntas. Fallaron en hacerlo", subrayan Jeffrey Lazarus (ISGlobal) y sus colegas.

Y es que, argumentan, el exceso de confianza de los gobiernos y las organizaciones internacionales ante la inevitable aparición de nuevos patógenos virulentos, combinada con más de un decenio de recortes generalizados de la financiación "en nombre de la austeridad", pilló por sorpresa a los gobiernos cuando apareció la Covid-19.

Estos científicos indican que las vacunas y los tratamientos son fundamentales, pero los gobiernos también deben dar prioridad a otras áreas. En este sentido, proponen medidas en seis campos. Mejorar la comunicación sobre salud pública y sus conocimientos: no se puede controlar un brote sin un amplio apoyo público, por eso los datos fiables, completos y actualizados son cruciales para el control eficaz de los brotes, sostienen los autores del artículo.

La segunda área es la de facilitar una vigilancia y una notificación sólidas. Aquí, recuerdan que brotes anteriores demostraron la necesidad de realizar pruebas exhaustivas y precisas para identificar a las personas infectadas y los puntos conflictivos, así como para comprender mejor las rutas y la dinámica de la transmisión.

En el apartado tres (desarrollar la preparación para la pandemia), cada país debería mantener dos reservas nacionales de recursos: una, de sanitarios debidamente cualificados u otras personas con aptitudes rápidamente transferibles, y una reserva de recursos físicos con ventiladores, mascarillas o instrumentos para análisis. Además, se deberían elaborar protocolos para instar a los fabricantes privados a que produzcan rápidamente equipo crítico.

Todos los sanitarios deben recibir periódicamente capacitación en materia de prevención y control de infecciones y, en el caso de un brote, los protocolos deben exigir pruebas frecuentes a estos y a pacientes.

La cuarta área es la de fortalecer los sistemas de salud, que requieren de una mayor financiación en general, especialmente en atención primaria, atención comunitaria y servicios de salud mental; es necesario poder hacer frente al aumento de la ansiedad, la depresión o el estrés, pero también de la violencia machista.

Garantizar la salud y equidad social es la quinta área: es más probable que los brotes afecten a personas con enfermedades crónicas, bajos ingresos, ancianos, migrantes o personas sin hogar. El género y otras dimensiones de vulnerabilidad deben ser transversales.

El sexto grupo de medidas se refiere a estrategias de confinamiento y desconfinamiento integrales. Por ejemplo, es importante asignar recursos para proporcionar vivienda y seguridad financiera y para ampliar espacios públicos o el transporte garantizando el distanciamiento físico. También debe iniciarse rápidamente una diplomacia estratégica con otros países y organismos internacionales.

Para que estas acciones tengan éxito, hay que restablecer "la confianza" en los sistemas que apoyan la salud pública y para lograrlo, los autores han elaborado una tarjeta de evaluación con 19 preguntas; si se utiliza a gran escala, podría ser un instrumento clave para orientar las medidas gubernamentales.

Los científicos están ultimando detalles para empezar las encuestas y la idea es comenzar en entre 6 y 10 países, señalan a Efe fuentes del ISGlobal.

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