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El confinamiento de Shanghái podría reducir el PIB de China en tres puntos

Tras dos semanas de cierre total, las principales empresas de la ciudad han comenzado a definir sus planes de reactivación ante el impacto económico que representa la suspensión de la actividad. 

Shanghái
El confinamiento de Shanghái podría reducir el PIB de China en tres puntos. 
DPA vía Europa Press

La metrópolis china de Shanghái ha registrado en las últimas horas más de 24.000 nuevos contagios de coronavirus para sumar más de 350.000 casos totales desde la eclosión, a principios de marzo, de un enorme brote de la variante ómicron del coronavirus que ha provocado el confinamiento de los 25 millones de habitantes de la ciudad, situación que podría reducir el PIB mensual del país en un 2,5 a 3% en abril, según ha declarado el profesor de Economía de la Universidad China de Hong Kong, Michael Song, al 'South China Morning Post'.

Tras dos semanas de confinamiento total, las principales empresas de la ciudad han comenzado a definir sus planes de reactivación ante el enorme impacto económico que representa el confinamiento.  Estos planes serán presentados en los próximos días - en particular por empresas automovilísticas, biotecnológicas y especializadas en semiconductores - para que reciban el visto bueno, según ha hecho saber este pasado sábado por la noche la Comisión de Economía y Tecnología de la Información de Shanghái.

El director del Ministerio de Salud de Shanghái, Wu Jinglei, ha anunciado este domingo el comienzo en los próximos días de una nueva ronda masiva de pruebas (la décima desde principios de mes) para seguir atajando las cadenas de transmisión del coronavirus. La ciudad quedó completamente paralizada el 5 de abril, tras el fracaso de la cuarentena en dos fases a ambos lados del río Huangpu, Pudong y Puxi, en un cierre que ha provocado una grave escasez de alimentos y otros suministros esenciales, como han reconocido las propias autoridades chinas, sorprendidas por la agresividad de los contagios.

Una situación diferente se vive en el área económica del aeropuerto de Zhengzhou, en la provincia de Henan (centro), en la que ha decretado este fin de semana un confinamiento con efecto inmediato e implica la prohibición de movimiento en las zonas afectadas y pone en una encrucijada a la mayor planta mundial de ensamblaje de teléfonos móviles iPhone que se encuentra allí, perteneciente a Foxconn Technology. El personal de la fábrica fue sometido a pruebas PCR en los últimos días. 

Las medidas podrían comprometer la cadena de suministros del gigante tecnológico, ya afectada por el parón obligado de otros proveedores ubicados en el este del país como Pegatron Corp (en la provincia de Jiangsu) y Quanta Computer (Shangái). Foxconn ya tuvo que cerrar sus plantas en Shenzhen (sur) durante dos semanas, aunque éstas ya han reiniciado su producción. Las duras medidas de contención de China, que insiste en aplicar su política de cero Covid y ha confinado a millones de personas ante los grandes rebrotes causados por la variante ómicron, han repercutido ya en las cadenas de suministros del país asiático al provocar un goteo ininterrumpido de paralizaciones en la producción y el transporte.

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