El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, preside este domingo un Consejo de Ministros al día siguiente de una nueva ola de violencia en la que cuatro palestinos fueron abatidos y otro herido tras intentar apuñalar a israelíes, incluyendo varios soldados, en Jerusalén Este y Cisjordania ocupada.
Con estos ataques casi diarios desde el 1 de octubre, la espiral de violencia parece imparable y hace temer una nueva intifada en los territorios palestinos ocupados.
El primer ataque del sábado se produjo por la mañana en Cisjordania, en la Ciudad Vieja de Hebrón, donde 500 colonos israelíes viven con protección del ejército.
Un palestino intentó apuñalar a un colono israelí, que lo mató a tiros. Las fuerzas de seguridad palestinas confirmaron la muerte del atacante, identificado como Fadel al Kawatsmi, de 18 años.
De inmediato, se produjeron enfrentamientos entre soldados israelíes y palestinos en la ciudad, una de las localidades donde mayores son las tensiones israelo-palestinas.
Unas horas después, una palestina de 16 años, según medios palestinos, fue abatida tras haber intentado apuñalar a una soldado israelí a la entrada de una base de guardias fronterizos situado a centenares de metros de la Ciudad vieja.
La atacante hirió de poca gravedad con un cuchillo a la soldado, que la mató a tiros, según la portavoz de la policía Luba Samri.
Al anochecer, en Hebrón, un palestino de 16 años acuchilló a un soldado, quien, según un comunicado del ejército israelí, resultó "ligeramente herido". El atacante "fue baleado", agregó la nota deinformación, sin precisar su estado.
A preguntas de la AFP, la portavoz del hospital Shaare Tzedek de Jerusalén indicó que un "terrorista palestino llegó sin vida por la noche al hospital" sin proporcionar más detalles ni confirmar si se trataba del atacante de Hebrón.
A mediodía estallaron enfrentamientos entre soldados israelíes y jóvenes que lanzaban piedras en varios sectores de Hebrón. Once palestinos resultaron heridos por balas de caucho y balas reales disparadas por el ejército israelí, según los servicios de rescate palestino.
Varias calles del centro de la ciudad estaban cubiertas de piedra, basuras y restos de neumáticos quemados, constató una periodista de la AFP en el lugar.
En el barrio de colonización Armon Hanetsiv, en Jerusalén Este, la parte palestina de la ciudad ocupada y anexada por Israel, otro palestino trató de atacar con cuchillo a un soldado israelí que patrullaba y le pidió la identidad, y fue inmediatamente abatido por los militares.
El palestino, de 16 años, era originario de la localidad palestina de Jabal Mukaber, de donde proceden varios de los ataques de estas últimas semanas.
En un puesto de control de Qalandiya, al norte de Jerusalén, en Cisjordania, los guardias fronterizos mataron por la noche a un palestino que intentó atacarlos con un cuchillo.
Cientos de palestinos acompañaron el sábado en su pueblo cisjordano de Dura el cuerpo de Ayad Awawdeh, que atacó a un soldado el viernes haciéndose pasar por periodista, antes de ser abatido.
Por la noche, unos 2.000 manifestantes se reagruparon en el centro de Jerusalén convocados por organizaciones israelíes de izquierda con el lema "Judíos y árabes se niegan a ser enemigos", presenció un periodista de la AFP.Desde el 1 de octubre,Cisjordania y Jerusalén Este son escenario de disturbios
Desde el asesinato el 1 de octubre de una pareja de colonos israelíes, Cisjordania y Jerusalén Este son escenario de disturbios y agresiones mutuas a diario.
Estas violencias han dejado 40 palestinos muertos, muchos de ellos autores de atentados, y centenares de heridos, y del lado israelí siete muertos y decenas de heridos. Desde el 9 de octubre los disturbios se extendieron a la Franja de Gaza.
Estos ataques reflejan la situación de una juventud palestina que escapa a cualquier control político, y expresa su cólera contra la ocupación y la colonización israelíes.
El viernes, decenas de palestinos incendiaron la tumba de José, un lugar venerado por los judíos en Naplusa, en el norte de Cisjordania ocupada El ataque fue condenado por el presidente palestino, Mahmud Abas, y por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
Entretanto, la comunidad internacional tiene enormes dificultades para hacer oír sus llamados a la paz en este conflicto.
El secretario estadounidense de Estado, John Kerry, mantuvo una conversación telefónica por separado con el primer ministro israelí y el presidente de la Autoridad Palestina para pedirles que hagan lo posible para restaurar la calma, informó un diplomático estadounidense.
El presidente estadounidense Barack Obama también se declaró "muy preocupado" y condenó "cualquier violencia contra inocentes".
El número dos de la Organización de Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, instó al Consejo de Seguridad de la ONU a adoptar "un calendario para la retirada israelí de Cisjordania y Jerusalén Este" ocupadas.
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